Septiembre 18, 2001

Cultores de la Cueca discrepan sobre su origen

El Mercurio de Santiago (2001)

"Hasta en Arica hay competencias de cueca con gente vestida de huaso y en Arica nunca ha habido un huaso", dice Ana Flores, cuestionando el modelo del huaso y la china.
"La china con un vestidito, zapatos blancos y una flor en la oreja es algo que nunca vas a ver en el campo". La folclorista porteña, Ana Flores, integrante del trío Las del Puerto, critica una de las imágenes más comunes - la del huaso y la china- asociadas a la cueca tradicional. Este punto de vista parece ser una tendencia de los actuales cultores del género.

En rigor, cuando se trata de definir el origen del baile nacional de Chile, con su puesta en escena y su forma de danzarlo, cada uno la zapatea a su manera. Ni los decretos, ni los concursos, ni los actos escolares han servido para dar unidad a un fenómeno heterogéneo.

Decretada como baile nacional el 18 septiembre de 1979, la cueca existe en Chile desde la independencia. ¿Origen? Africano, gitano-andaluz y mapuche son algunas de las raíces que se le han atribuido en un ejercicio antropológico que, a estas alturas, tiene escaso sentido: "Los bailes son seres culturales, viven de la relación entre las personas, no son fenómenos cuantificables", sentencia el musicólogo de la Universidad de Chile Jorge Martínez.

Una cosa es cierta: la cueca ya tiene casi 200 años. En ese tiempo ha cambiado sus escenarios. "La cueca llegó a Perú durante el siglo pasado, donde la llamaron marinera tras la Guerra del Pacífico. Después, con los buscadores de oro, se fue a California y hasta hoy en México hay un baile llamado chilena", dice Manuel Luna, presidente del Sindicato de Folcloristas de Chile.

Luna alude a un baile de algunas zonas de los estados de Guerrero y Oaxaca que, muy cambiada, conserva aún la danza de pareja con un pañuelo.

Como toda práctica popular, la cueca ha recorrido caminos que apenas pueden rastrearse en la tradición oral. Uno de sus lugares es el campo, donde era interpretada por dos voces femeninas o por conjuntos de huasos. Ésa última se convirtió en el emblema más visible del baile nacional.

La representación de cualquier manifestación popular implica una puesta escénica: "La mentalidad institucional y didáctica de los chilenos nos llevó a construir la imagen del huaso y de la china en la representación de la chilenidad, que en tiempos de Pinochet llegó a la categoría de estandarte", explica Mario Rojas, músico y responsible del sitio web www.cuecachilena.cl .

Las competencias, los ballet institucionales y la enseñanza escolar de ese esquema terminó por consolidar esa cueca, la campesina: "Hasta en Arica hay competencias de cueca con gente vestida de huaso y en Arica nunca ha habido un huaso. Así se convierte en un objeto de museo", critica Flores.

Pero el monopolio universal de ese modelo hoy está siendo puesto en duda. En especial después de la masificación de las llamadas cuecas "choras".

La cueca urbanita

Septiembre de 1995. La banda Los Tres incluye en su disco "Unplugged" dos cuecas de Roberto Parra. Ésa fue, quizá, la primera ventana masiva para una expresión cuequera asociada a bares del puerto y a la familia Parra.

Este intento de rescate se tradujo en dos nuevos discos de cueca de la banda de Álvaro Henríquez y en reediciones de Roberto Parra y nuevas grabaciones de cuecas a cargo de Inti-Illimani, Joe Vasconcellos (que ya había grabado una en 1991), Pablo Ugarte y Mauricio Redolés, entre otros.

"La cueca "chora" como tal no existe", dice Ana Flores. "Lo que existe es la cueca brava. Lo que pasó es que de repente un grupo la descubrió y ahora en todos lados uno se encuentra con ese tipo de cueca, olvidándose de toda la riqueza que tiene este baile", añade.

Esta cueca brava forma parte del recién lanzado disco "Los Chileneros en vivo" (Warner) y del trabajo de grupos jóvenes, como Los Santiaguinos.

Según Fernando González Marabolí, un folclorista cuyo testimonio es la base del libro "Chilena o cueca tradicional", de Samuel Claro Valdés (1984), la cueca fue perseguida y debió ocultarse en los márgenes de las ciudades.

"Prefirió sumergirse", dice el texto, "en el vino, las fiestas y las tomateras del pueblo, especialmente en caletas o guaridas de la Vega, la Estación y el Matadero, donde se juntan los que no valen nada para el coloniaje".

"Convertir la cueca en un estandarte provocó repulsa en mucha gente", dice Mario Rojas. Y añade: "La cueca desde sus orígenes está vinculada al roto chileno, que yo llamo el huaso cimarrón, aquel que se traslada a las sociedades preindustriales a fines del siglo pasado". Esa cueca se canta en rueda con una voz impostada.

Según Rojas este reencuentro con el arrabal es un signo de los tiempos: "La globalización nos lleva de vuelta a nuestras propias raíces". Las cuecas "choras", entonces, son una expresión más de la cueca urbana, producida en los años 60 "con la poesía propia de los Parra", agrega Mario Rojas.

Patas a lo largo de Chile

La cueca es demasiado diversa, aunque la estructura de cuatro partes -- una copla, dos seguidillas y un remate, con ritmo de seis octavos y una duración de menos de dos minutos- es más o menos generalizada. Aquí, una pequeña lista de algunas de sus vertientes, según folcloristas y textos especializados:

Cueca nortina: Vinculada a fiestas religiosas, mezcla instrumentos andinos con bronces. Es más valseada que la central, y el baile tiene más zapateo que otras.

Cueca campesina: La más tradicional y conocida. Cantada por un dúo femenino o grupos de huasos, usa la guitarra con afinación normal o traspuesta, además del pandero y el guitarrón chileno. El hombre tiene un rol activo en el baile.

Cueca criolla: Es la cueca campesina, pero compuesta en ciudades y refinada con arpa, tormento y acordeón.

Cueca chilota: Tiene bastantes modalidades según la zona de Chiloé. Agrega bombo y rabel a la instrumentación.

Cueca brava: Surgida en los años 30, en las ramadas de la periferia de Santiago y los puertos. Usa acordeón, guitarra, pandero, tañador (especie de tormento) y, en ocasiones, agrega un piano. La relación entre el hombre y la mujer en el baile es menos jerárquica que en las campesinas.

Cueca chora: Vertiente de cueca urbana popularizada en los años 60 por Roberto Parra. Se distingue especialmente por su desarrollo poético.
Cueca robada: Es un tipo de baile, donde danzan dos hombres tomados de un solo pañuelo, y compiten por una mujer.