La Revista Musical Chilena ha identificado como sus principales áreas de interés, la cultura musical de Chile, considerando tanto los aspectos musicales propiamente tales, como el marco histórico y sociocultural, desde la perspectiva de la musicología y de otras disciplinas relacionadas. Incorpora contenidos vinculados a compositores, ejecutantes e instrumentos de la música de arte, folclórica, popular urbana e indígena, al igual que artículos atinentes a manuscritos, investigadores, aspectos teóricos y modelos musicológicos, además de nuevos enfoques de la musicología como disciplina, tanto en Chile como en América Latina.
Los '50
En Chile, musicalmente, los años '50 se caracterizaron por la aparición del mambo, el cha cha chá y el cultivo de ritmos caribeños, como la cumbia. En el bolero, destacaba la voz de Olga Guillot, la musa inspiradora de Lucho Gatica. Los artistas nacionales para ser programados en las radios debían tener algo de trayectoria, cuento sobre el escenario. Sus canciones, en la mayoría de los casos, trataban formalmente el amor, con una dosis de romanticismo y elegancia que se notaba en los intérpretes que, con terno y corbata, cantaban y soñaban con ser escuchados. Camilo Fernández destaca de esta época las voces de Antonio Prieto, Luis de Castro, los hermanos Lucho y Arturo Gatica, Humberto Lozán, Enrique Balladares, Mario Arancibia, Arturo Millán, Raúl Videla, Pepe Lucena y Osvaldo Gómez, conocido como El Indio Gómez.
Los locos '60
A fines de los '50 aparece Elvis Presley. El gringo comenzó a mover su cadera desenfrenadamente. La música subía las revoluciones. Según narra el creador de la Nueva Ola, "por la aparición del rock, las voces gratas, melódicas dan paso a registros estridentes, con mucha fuerza interpretativa". Los gustos musicales de los jóvenes ya no eran heredados de sus padres, como sucedía en los '50. Ahora los adolescentes eran protagonistas y buscaban en la música "una identificación grande con sus cantantes", acotó Fernández. La radio ya no era tan puntillista a la hora de seleccionar repertorio. Bastaba tener una buena voz, para grabar un disco y llegar a una estación. El negocio de la música floreció, especialmente por los discos singles -sólo de dos temas- de velocidad de 45 R.P.M (Revoluciones por minuto).
En este contexto surgieron, según el ahora productor musical del Festival de Viña del Mar, figuras como Luis Dimas, Marco Aurelio, Larry Wilson, Antonio Zabaleta, Osvaldo Díaz, Patricio Renán y José Alfredo Fuentes. La música dominante era netamente juvenil y casi lúdica. Como ejemplos, destaca Fernández, temas como "La Pera Madura" y "El Twist del Tren".