La Revista Musical Chilena ha identificado como sus principales áreas de interés, la cultura musical de Chile, considerando tanto los aspectos musicales propiamente tales, como el marco histórico y sociocultural, desde la perspectiva de la musicología y de otras disciplinas relacionadas. Incorpora contenidos vinculados a compositores, ejecutantes e instrumentos de la música de arte, folclórica, popular urbana e indígena, al igual que artículos atinentes a manuscritos, investigadores, aspectos teóricos y modelos musicológicos, además de nuevos enfoques de la musicología como disciplina, tanto en Chile como en América Latina.
El neofolclor chileno
La segunda y más importante formación de Los Cuatro Cuartos: Pedro Mesone, Willy Bascuñán, Carlos Videla, Fernando Torti y Luis "Chino" Urquidi, Se separaron tras la trágica muerte de Torti.
A mediados de la década del 60, un puñado de agrupaciones locales elevó la tonada y la refalosa a los primeros lugares de las listas de éxitos, llegando a disputar mano a mano con los entonces famosos The Beatles y con las consagradas estrellas de la Nueva Ola chilena.
Eran los grupos del neofolclor, miembros de una suerte de corriente musical, que sirvió de transición histórica entre la tradición musical huasa de la primera mitad del siglo XX y el surgimiento de la Nueva Canción Chilena que creció con fuerza a la vera de Violeta Parra.
Apoyado por el ojo comercial del periodista y productor musical Camilo Fernández, que ya había conseguido penetrar en el mercado artístico posicionando a la Nueva Ola, el neofolclor reinó durante un breve periodo. Los siguientes son algunos de los elementos esenciales de este fenómeno, a medio camino entre el marketing y el movimiento creativo. Seguir leyendo...
Vicente Bianchi: defensor de lo nuestro
Para este compositor, arreglador, intérprete y director de orquestas y coros, aquello no sólo sería el comienzo de una estrecha relación de trabajo con el poeta, sino una nota más en la extensa composición que constituye su vida como infatigable creador y difusor de la música chilena, tanto sinfónica como popular, por más de sesenta años.
Fue durante unas Fiestas Patrias -el 18 de septiembre de 1955- cuando se sentó frente al piano y a las partituras, decidido a ponerles melodía a los versos de Neruda. Los últimos cinco años los había vivido en Lima y estaba muy involucrado con la música peruana, pero ya estaba de regreso en Chile. "Los tomé para ver si me venía alguna inspiración. Hacía mucho tiempo que tenía esa idea en mente y no lo había podido hacer, pero aquel día la canción salió muy rápidamente", cuenta. Seguir leyendo...
Dedos con Futuro
Desde 1999 es contratado como pianista estable del Teatro Municipal de Santiago. Junto a Mariselle Martínez, participó en 1998 en el Concurso Internacional de canto "Francisco Viñas", en Barcelona, donde obtuvieron el Premio Schubert.
Lo más importante que me ha dado la música es el haber conocido muchos amigos y poder realmente comunicarme con muchas personas; pero más que todo me ha permitido conocerme a mí mismo. La música es cada vez una experiencia única para el intérprete y una vivencia concreta para el que la siente. Como la música viaja de tu interior hacia los demás es lo que crea en ti un desarrollo de los sentidos y de tu forma de vivir, pero siempre con dirección hacia tu interior. Seguir leyendo...
300 años de piano
Si bien se le atribuye el primer pianoforte a Bartolomeo Cristofori en 1698, 1700 es la fecha del nacimiento oficial del nuevo instrumento a martillo. En efecto, la primera descripción del arpicembalo che fa il piano e il forte, el invento de Cristofori, data de 1700, y se encuentra en un libro de inventario de la colección de instrumentos musicales de los Medici, conservado en Florencia. El pianoforte aparece dentro de un clima de controversia respecto del clavecín, cuya capacidad de matices se considera insuficiente. Al clavicordio tampoco se lo considera mejor, pues es de una discreción casi patológica, a pesar de que su mecánica paradójicamente permite matices "piano" y "forte", como asimismo un vibrato sobre la cuerda. Seguir leyendo...
Nuestros pianistas en el siglo XX
El historiador Eugenio Pereira Salas dice en su "Historia de la Música en Chile", que finaliza en 1900: "Se iba el siglo sin haber producido nada trascendental dentro de la jerarquía auténtica de las bellas artes, pero en el escenario quedaban los actores adolescentes que concertarían la producción musical".
Y gran parte de esos actores está formada por el número significativo de artistas del piano producidos en este país, en esa época lejana cuando apenas contaba con unos tres millones de habitantes. El piano era un personaje de primer orden en la vida social del país. En los hogares chilenos aseguraba el 'status'. La música en la casa era dedicación preferente de las hijas de familia, un complemento necesario de su belleza y de su posible talento artístico, a veces compartido con la pintura, la danza y la recitación. Fuera de la casa, el arte lírico y su influencia esparcida desde el Teatro Municipal de Santiago decía siempre la última palabra. Seguir leyendo...