La Revista Musical Chilena ha identificado como sus principales áreas de interés, la cultura musical de Chile, considerando tanto los aspectos musicales propiamente tales, como el marco histórico y sociocultural, desde la perspectiva de la musicología y de otras disciplinas relacionadas. Incorpora contenidos vinculados a compositores, ejecutantes e instrumentos de la música de arte, folclórica, popular urbana e indígena, al igual que artículos atinentes a manuscritos, investigadores, aspectos teóricos y modelos musicológicos, además de nuevos enfoques de la musicología como disciplina, tanto en Chile como en América Latina.
1655: | Se realiza el entierro de doña Catalina de los Ríos y Lisperguer, La Quintrala con una misa de Requiem acompañada de la música de dos rabeles y tres cantores de coro. |
1955: | Nace en Ovalle, Región de Coquimbo, Carlos Rafael Cabezas Rocuant Chile, cantante y guitarrista chileno. En 1984 fundó, junto a Silvio Paredes y Ernesto Medina, la banda de experimental y electrónica Electrodomésticos. |
La danza folklórica chilena. Su investigación y enseñanza
Canción popular, nacionalismo, consumo y política en Chile entre los años 40 y 60
El misterioso vals que un Strauss le dedicó a Valparaíso
Seductor y universal. Pegajoso, bailable. La cadencia del vals conquistó al mundo y su imperio se extendió más allá del siglo XIX. Tal fue la popularidad de este baile, cuyo nombre, walz , proviene de walzen (dar vueltas).
Su mayor exponente fue Johann Strauss hijo, quien heredó de su padre el talento y se convirtió en el compositor de música ligera más importante de todos los tiempos. Razones más que suficientes para que Valparaíso se encuentre en estado de alerta ante la posibilidad de que el músico austriaco -o alguno de sus descendientes- haya honrado a nuestro puerto con un vals, tal como sugiere una partitura recién recuperada. Seguir leyendo...
Introducción al estudio de la música en Chile
Religiosidad mapuche: tres ritos fundamentales
Para el pueblo mapuche conviven en el universo dos fuerzas antagónicas, pero complementarias: las fuerzas positivas o Ngenechen y las negativas o Wekufu. El Ngenechen es sólo construcción y vida, el Wekufu, destrucción y muerte. Entre ambas fuerzas los mapuche buscaban el equilibrio. Sólo a las mujeres les estaba reservado el manejo de los asuntos espirituales o mágicos, existiendo también dos tipos de magia, la positiva y la negativa. Las machis se ocupaban de la primera, la kalku de la magia negativa. Las machis, expertas en las propiedades medicinales de las yerbas, sanaban a los enfermos y ahuyentaban los malos espíritus. Para los mapuche la muerte no existía. La vida era infinita y las personas pasaban por diferentes estados a lo largo de su existencia. La muerte era así el tránsito hacia el país de los muertos, donde el alma viviría eternamente. Su destino final es el Wenu Mapu, espacio superior donde se reencuentran con sus seres queridos. La muerte es el inicio del viaje a un nuevo existir, en el que encontrará más o menos dificultades, según su actuar en la tierra. Seguir leyendo...