Septiembre 7, 2016

La cueca urbana o "cueca chilenera"

Alegría, Julio R. (1981)
Santiago, con más de tres millones y medio de habitantes y fuertemente incrementada en estos años por la emigración que busca en esta concentración mayores oportunidades de trabajo, y Valparaíso, son las dos ciudades de mayor concentración urbana. Allí, la variada infraestructura económica, la diversidad de la industria manufacturera y una gran actividad comercial que llega hasta el variadísimo y pinoresco conjunto de ferias y boliches, albergan una riquísima actividad social, y en ésta, una expresión cultural netamente popular bastante desconocida fuera de este medio. Esta actividad cultural está relacionada con el medio de vida de este sector social numeroso, cuales son los comerciantes pequeños, los vendedores ambulantes, una amplia gama de trabajadores manuales, matarifes, feriantes, planteros y yerbateros, albañiles, carpinteros o pintores, sólo por nombrar algunas actividades que hagan una imagen de este sector social chileno.

En este ambiente es donde la Cueca Chilenera se ha mantenido y, en algunas oportunidades, refugiado. Cantada y tocada en restoranes de barrios populares, hace la chilenidad de un público que reconoce en ella sus problemas y alegrías cotidianas, su ingenio, su hombría, su amor, su lucha por la subsistencia y la rudeza del medio en que vive.

Con todas estas características, esta cueca se distancia enormemente de aquella más conocida, que es la cueca campesina. Porque nada más alejado de la belleza de nuestros paisajes campesinos que el rudo y gris atractivo de los centros urbanos. Nada más alejado del cabaloo adornado y multicolor del huaso, que es otro caballo enjaezado con una carretela trotando por un amanecer cargado de cajones. De alli, sin duda, que el cultor de esta cueca ciudadana, siente la forma de su cueca como la auténtica, la única, la "chilenera". Y a la vez que tiene razón, no la tiene, pues ambas cuecas, tanto la campesina como la cueca urbana pertenecen al patrimonio cultural auténtico de nuestra nacionalidad. Ambas son expresiones de sectores sociales numerosos.

Fuente: Revista Araucaria de Chile No. 14, 1981