La Revista Musical Chilena ha identificado como sus principales áreas de interés, la cultura musical de Chile, considerando tanto los aspectos musicales propiamente tales, como el marco histórico y sociocultural, desde la perspectiva de la musicología y de otras disciplinas relacionadas. Incorpora contenidos vinculados a compositores, ejecutantes e instrumentos de la música de arte, folclórica, popular urbana e indígena, al igual que artículos atinentes a manuscritos, investigadores, aspectos teóricos y modelos musicológicos, además de nuevos enfoques de la musicología como disciplina, tanto en Chile como en América Latina.
Me dio dos luceros que cuando los abro
Perfecto distingo lo negro del blanco,
En el alto cielo su fondo estrellado,
En las multitudes el hombre que yo amo.
Gracias a la vida que me ha dado tanto,
Me ha dado el oido que en todo su ancho
Graba noche y día grillos y canarios,
Martillos, turbinas, ladridos, chubascos
Y la voz tan tierna de mi bien amado.
Gracias a la vida que me ha dado tanto,
Me ha dado el sonido y el abecedario,
Con él las palabras que pienso y declaro,
Padre, amigo, hermano y luz alumbrando
La ruta del alma del que estoy amando.
Gracias a la vida que me ha dado tanto,
Me ha dado la marcha de mis pies cansados,
Con ellos anduve ciudades y charcos,
Playas y desiertos, montañas y llanos,
Y la casa tuya, tu calle y tu patio.
Gracias a la vida que me ha dado tanto,
Me dio el corazón que agita su marco
Cuando el miro el fruto del cerebro humano,
Cuando miro el bueno tan lejos del malo,
Cuando miro el fondo de tus ojos claros.
Gracias a la vida que me ha dado tanto,
Me ha dado la risa y me ha dado el llanto,
Así yo distingo dicha de quebranto,
Los materiales que forman mi canto
Y el canto de ustedes que es mi mismo canto
Y el canto de todo que es mi propio canto.