Septiembre 10, 2004

Canto Nuevo

educarChile

El equipo de futbol "Quilapayún", en uno de los campeonatos organizados por la revista Ritmo. Victor Jara figura en el centro, acompañado de Carlos Quezada (sentado, a la izquierda) y Julio Carrasco (sentado, a la derecha).
Comenzaron en los sesenta pero su influencia sigue hasta nuestros días. De raíz folklórica, el canto nuevo entrega nuevos sonidos para dar cuenta de la realidad social que nos rodea.

Quilapayún, Víctor Jara, Isabel y Angel Parra, Intillimani fueron algunas de las voces históricas para el nacimiento de lo que se ha llamado el Canto Nuevo. Se trata de un acercamiento musical a la realidad social y política de un particular momento histórico que rescata las raíces de la tradición folklóricas para re-componerlas con ritmos y sonidos integradores de otras formas de expresión de la cultura urbana. Seguidamente revisaremos un poco de la historia de estos artistas.

El fenómeno Quilapayún se gestó articulando un discurso político orientado hacia la izquierda, con una clara identificación hacia el gobierno del Presidente Salvador Allende. Cantaban en las peñas universitarias, fábricas, liceos y poblaciones; hacían música con instrumentos chilenos y latinoamericanos, como quenas, zampoñas, charangos, etc. Sus nombres venían de las lenguas de los pueblos originarios: Inti Illimani, Illapu, etc.


El mayor éxito de Quilapayún fue un disco dedicado a recordar la masacre de Santa María de Iquique. En la foto puede apreciarse el lugar donde fueron asesinados más de tres mil obreros chilenos, el 21 de diciembre de 1907.
Quilapayún significa "tres barbas", en mapudungun, y nació en 1965. Un buen día los hermanos Eduardo y Julio Carrasco se pusieron de acuerdo con Julio Numhauser para formar un trío. Empezaron cantando en las peñas universitarias, conocieron a Víctor Jara, y el resto es leyenda.

Más de 30 años después del golpe militar, los miembros históricos de Quilapayún vuelven a reunirse en Chile para cantar. Seguidamente conversamos con Eduardo Carrasco, que permaneció como director de la agrupación hasta 1989.

"No sabría decir por qué la música de entonces estaba tan enraizada en la ciudadanía", señala Carrasco. "¿Por qué una obra, una canción adquiere ese valor?, sinceramente no lo sé, es una cosa misteriosa, no es algo que tenga que ver con un diseño o con algo que se pueda explicar":

"Era una época de un tremendo entusiasmo colectivo, de gente gritando en las calles, de una agitación enorme no sólo política sino también cultural. La gente se organizaba, quería trabajar, había una voluntad muy fuerte, por eso estuvo movilizado el pueblo chileno, tanto en la izquierda como en la derecha. Piensa que nosotros cantábamos ante 500 mil personas en la Alameda, y sentíamos esa fuerza.


Canciones como "El Pueblo Unido" tuvieron tanto éxito que incluso durante la llamada "revolución iraní" se escuchó vocear el lema del estribillo ¡en español!, a los iraníes.
La música que hacíamos era una respuesta a una situación muy particular que estábamos viviendo, era una música de gesta, heroica, con una connotación épica fuerte.

Pero las situaciones políticas no generan situaciones culturales, porque la cultura no es un subproducto de la situación política sino que ambas cosas van juntas. Es como una especie de movimiento inmenso que compromete todos los aspectos de la sociedad y entre los que se encuentra, por supuesto, el arte.

Por lo tanto no hay que ver relaciones causales en el fenómeno del arte de esa época. Todo iba junto: el estado de ánimo, el entusiasmo con el fenómeno social; todo al mismo tiempo, todo responde a una misma situación global política, económica, emocional…"

-¿Cómo conocieron a Víctor Jara?

-Conocimos a Víctor en una peña de la Universidad de Chile en Valparaíso. Nosotros solíamos ir a tocar allí. En las peñas actuaban cantores populares, grupos de baile de fábricas, payadores. Iban muchos estudiantes. La de Valparaíso era especial porque iban marineros, pobladores, todo tipo de gente. Después de verlo actuar lo invitamos a la mesa y le pedimos que fuera nuestro director; él aceptó en seguida y empezamos a trabajar juntos, fue muy simpático.

-¿Qué está pasando ahora?

- Chile está buscándose a sí mismo. Por eso viene todo este impulso de ir hacia la historia, hacia el pasado. Se necesita tener una autenticidad, una identidad, y eso que fue muy golpeado por la división entre la izquierda y la derecha y por el golpe militar. Eso tiene que superarse, es una tarea pendiente: buscarnos y tratar de ser algo con identidad propia. Por eso la gente busca conmemorar el golpe, recordar a Allende, porque Chile todavía no se reúne en una sola cosa, en un solo país.

Fuente: www.educarchile.cl