Septiembre 12, 2004

Isabel Parra, recuerdos de la "Nueva Canción chilena"

educarChile

En la foto Isabel Parra y Víctor Jara. Los dos amigos compartieron muchas experiencias apoyando las campañas de la Unidad Popular.
Isabel Parra, hija de Violeta Parra, cantante y folclorista, fue una de las voces más destacadas del tiempo de la Unidad Popular. Junto con su hermano Ángel creó La Peña de los Parra donde se dieron a conocer para Chile figuras de toda América Latina. En este artículo habla del espíritu de esa época, "cuando el cantar "tenía sentido", recuerda a su amigo Víctor Jara y al Presidente Allende.

El 11 de septiembre Isabel Parra iba a cantar con Víctor Jara en la inauguración de una exposición que presidiría Salvador Allende. Treinta años después, la cantante está a punto de sacar un libro sobre su exilio. En París ella vivió muy buenas experiencias y pudo desarrollar su arte. Pero ella siempre echaba de menos Chile y esta añoranza todavía la acompaña quince años después del regreso a su país. ¿Qué es lo que echa de menos? El espíritu de una época que aquí relata.

La figura de Allende


Esta es la portada del libro Ni toda la tierra entera, las memorias del exilio de Isabel Parra. En esta foto está con su hija Milena, en agosto del '73 en la Plaza Nuñoa..
Allende siempre ha estado por lo menos en mi corazón como algo muy importante y para mí, es un símbolo de miles de cosas que tienen que ver con mi vida y me encanta lo que me pasa con Allende, porque este sentimiento yo lo he tenido siempre… Lo he llevado conmigo en estos treinta años…

¿Por qué lo queremos tanto los músicos? Porque él nos quería a nosotros, tan simple como eso. Yo creo que Allende gozó de algo que no todos los presidentes han gozado en Chile -y que no todos los presidentes han tenido y que a lo mejor es el único que lo ha tenido- que todos los artistas de sus país estaban con él.

Eso tiene que ver por una parte con que estaba de verdad interesado en el trabajo que nosotros hacíamos hacia la comunidad. Que de verdad le gustaba este canto renovado… le gustaba ese folclor de la Violeta, le gustaba la nueva canción chilena. Andaba acompañado de artistas populares…

Por ejemplo, él iba a la peña (la Peña de los Parra), la peña era un lugar que no era taquillero… para nada. Llegaba con un grupo de gente, se sentaban en esas incómodas sillas, se tomaban ese vino malo (porque era un vino ahí no más)… pero había mucha música, mucho canto. Y había una comunión increíble del público con los artistas…

Y por otra parte siento que esta preocupación y este gusto por nuestra música era para nosotros un motivo de inspiración muy grande también. Porque yo creo que a Allende lo único que le faltaba era ponerse a cantar con nosotros, (si es que no lo hacía desde su sillón)… él siempre nos estaba hablando de la música, de las canciones…

Estar en una concentración, en una manifestación con Allende, se convirtió para nosotros en una hábito exquisito. Eso nos hacía sentir que nuestros canto tenía sentido. Que este candidato era un candidato que le gustaba nuestra música. Que nos pedían ir a cantar a los actos y nosotros éramos felices. Además Allende no era de los que llegaban daba el discurso y se iba como lo hacen los políticos, Allende no era como el resto de los políticos, que se acuerdan de los artistas cuando necesitan votos.

El arte comprometido


"Víctor estaba ahí siempre lleno de gente, iba a la población y la gente lo tocaba… no iba a ir a cantar dos canciones y chao… iba a colaborar. La gente sabía que nosotros estábamos en los mismo que estaban ellos", dice Isabel.
Este movimiento artístico no era solamente con los músicos, era con los pintores, los escritores. Dicen los que saben y los que han hecho trabajos sociológicos y estadísticos, que durante los años de la Unidad Popular, Chile realmente era un paraíso de creatividad. Fue el momento en que se imprimieron más libros, donde la gente leyó mucho más, donde se hicieron más recitales que nunca, donde los artistas iban a las poblaciones, iban a cantar se integraban al mundo comunitario.

Parar nosotros (por lo menos para mí) la experiencia de la Unidad Popular significaba que yo estaba comprometida con mucha gente en Chile…. Que estaba cambiando el destino de nuestro país y que estaba apostando por un proceso por un mundo más justo.
La gente estaba ahí, el Víctor Jara estaba ahí siempre lleno de gente, iba a la población y la gente lo tocaba… no iba a ir a cantar dos canciones y chao… iba a colaborar. Había una relación muy estrecha con la gente. La gente sabía que nosotros estábamos en los mismo que estaban ellos. Y eso era muy impactante, porque no era chivas, era algo real, era algo verdadero que uno se lo guardaba en el corazón y se iba con ese sentimiento pa' la casa y amanecía con ese sentimiento al otro día: que nosotros estábamos haciendo algo que valía la pena hacer y que lo estábamos haciendo con la música y estaba dando resultados, hasta que no dio resultados. Hasta que paró y vino lo que vino…

Esos años fueron tremendamente intensos y era la perspectiva de tener un Chile más bueno para todos, no sólo para algunos… era re simple el cuento, no era una cuestión complicada: derecho a educarse, derecho a ir a la universidad , derecho a elegir su vida, derecho a tener una educación que te permitiera ser persona, eran cosas fundamentales.

Fuente: www.educarchile.cl