La Revista Musical Chilena ha identificado como sus principales áreas de interés, la cultura musical de Chile, considerando tanto los aspectos musicales propiamente tales, como el marco histórico y sociocultural, desde la perspectiva de la musicología y de otras disciplinas relacionadas. Incorpora contenidos vinculados a compositores, ejecutantes e instrumentos de la música de arte, folclórica, popular urbana e indígena, al igual que artículos atinentes a manuscritos, investigadores, aspectos teóricos y modelos musicológicos, además de nuevos enfoques de la musicología como disciplina, tanto en Chile como en América Latina.
Las Consentidas
Entre quienes la quieren, la cueca vive todo el año. Daniel Muñoz, exitoso actor que en el último tiempo ha grabado cuecas con Los Tricolores, enumeraba hace días algunos lugares de culto permanente (el Huaso Enrique, la Picá de Pepe Fuentes, reveló), a la vez que aseguraba, con desprecio, "Cuando tocan 'La consentida' yo no bailo". Y llegamos allí a un tercer lugar común de nuestras fiestas patrias: cierta sospecha ante la cueca "oficial", institucionalizada en los años del régimen y previos, la misma que nos acompaña hasta hoy en farmacias y supermercados, y que aparece pegadita a la rueda de carreta y la parrilla en ofertón. "El guatón Loyola", "Los lagos de Chile" (Pirihuei, Pirihueico, Panguipulli...), "Chicha de Curacaví" o la escolar "La rosa y el clavel", las cuecas consentidas.
Se erige, frente a ellas, la cueca chora recuperada por Los Tres en los años 90 y la cueca brava que Los Chileneros tocaron ante quince presidentes cuando Ricardo Lagos llegó a La Moneda, para escándalo de algunos diputados de la época (Cristi, Cardemil) que echaron de menos al Bafochi y a Los Huasos Quincheros. Cueca brava versus cueca oficial. Cueca "de parquet" reemplazando a la cueca auténtica, despreciada por la élite. Entrado el siglo 21, la dicotomía se hace menos evidente. El folclor de protocolo ya no se impone a la cueca genuina y la recuperación de esa cueca urbana ya ha sido emprendida no sólo por Los Tres, sino por otros hombres y mujeres como Pepe Fuentes, María Esther Zamora, Los Afuerinos, Los Paleteados del Puerto y, hoy, Los Tricolores o Los Santiaguinos.
El propio Daniel Muñoz es el mejor ejemplo. Si no es "La consentida": ¿qué baila Muñoz cuando sale a bailar cueca? Mucho: "Los chiquillos de la orilla", cueca porteña de Nano Núñez, entre las que grabó con Los Tricolores. O "Yo piso un corcho y me curo". O "Se llega a mascar de güena", entre muchas otras. La paradoja es que, siendo en su origen una música popular como pocas, por ahora la revaloración de esta cueca urbana sigue siendo un secreto que llega lentamente a los medios, y todavía más lento hasta la gente. Hasta ahora. Lo que Alvaro Henríquez hizo hace diez años con las cuecas choras, bien podría hacerlo ahora Muñoz, el actor de la TV y de "Huaiquimán y Tolosa", sacando a la cueca urbana de la semisombra en la que todavía se baila.
Para escuchar:
Se cargaron al Cañete - Fuentes Zamora
El boquera - Los Tricolores