La folclorista murió hace 38 años y dejó un legado no superado hasta ahora en la música popular chilena.
Violeta Parra, considerada la más grande folclorista chilena y autora de obras de fama mundial, fue recordada hoy por instituciones artísticas y culturales en el 38 aniversario de su muerte.
La autora de canciones como "Gracias a la Vida", "Volver a los 17" y "La Jardinera", entre muchas otras, se quitó la vida el 5 de febrero de 1967, a los 49 años, por motivos que hasta hoy se desconocen.
Nacida el 4 de octubre de 1917 en la localidad sureña de San Carlos, a 380 kilómetros de Santiago, Violeta Parra era hija de un profesor de música y de una campesina que cantaba y tocaba la guitarra.
Tras la muerte de su padre en 1929, debió trabajar como cantante callejera en diversos pueblos de la zona, junto con sus numerosos hermanos, entre ello el poeta Nicanor Parra, creador de la "Antipoesía", Roberto, Eduardo, Hilda y Lautaro, todos ellos artistas de renombre.
Tales vivencias le permitieron convertirse en una experta investigadora del folclore, en distintas expresiones, todo lo cual está presente en su voluminosa producción artística, que incluye la música, la cerámica, la confección de tapices, la pintura y la poesía.
Su obra plástica está principalmente conformada por arpilleras bordadas y óleos realizados sobre tela, madera, y cartón.
Sus centenares de composiciones musicales giran en torno a la temas populares y sociales y aunque nunca perteneció a partido o movimiento político alguno ha sido considerada como la voz de los marginados.
Pese a que nunca contó con respaldo oficial para la difusión de su obra, recibió numerosos premios como intérprete folclórica y una de sus pinturas, "La Muerte del Angelito", está en la colección permanente del Museo de Arte Contemporáneo de Santiago.
A comienzos de los años 60 se convirtió en la primera artista latinoamericana, y la primera mujer, en presentar una exposición individual en el Museo de Artes Decorativas del Palacio del Louvre, en París, donde mostró arpilleras, óleos y esculturas en alambre.
Antes había expuesto en la "Feria Chilena de Artes Plásticas" y en 1961 sus obras fueron expuestas en Buenos Aires.
En el ámbito internacional, llevó a cabo extensas giras por todos los países latinoamericanos y europeos y por la antigua Unión Soviética.
Hasta su tumba, en el Cementerio General de Santiago, llegaron hoy numerosos folcloristas, músicos y delegaciones de organizaciones sociales, para rendirle homenaje.
La huella artística de Violeta Parra continúa hoy vigente en los hermanos que aún viven, sus hijos y sus nietos Angel y Javiera, el primero un destacado intérprete de jazz y música rock, y la segunda, una prestigiosa cantante.
Véase:
http://www.24horas.cl/detalle.asp?IDC=158464&IDS=109
