La Revista Musical Chilena ha identificado como sus principales áreas de interés, la cultura musical de Chile, considerando tanto los aspectos musicales propiamente tales, como el marco histórico y sociocultural, desde la perspectiva de la musicología y de otras disciplinas relacionadas. Incorpora contenidos vinculados a compositores, ejecutantes e instrumentos de la música de arte, folclórica, popular urbana e indígena, al igual que artículos atinentes a manuscritos, investigadores, aspectos teóricos y modelos musicológicos, además de nuevos enfoques de la musicología como disciplina, tanto en Chile como en América Latina.
Realmente el panorama musical y político en Chile había cambiado en estos, más o menos, quince años de exilio. Mientras que Inti Illimani se adapta perfectamente a la nueva situación; no lo hacen, por ejemplo, Quilapayún, que después de los conciertos de enero de 1989, se plantean, a petición de Eduardo Carrasco, la disolución; éste quedará en Chile (donde algún tiempo después grabaría un disco en solitario, que rompería musicalmente con todo lo hecho hasta entonces) y el grupo regresaría a París, donde iría cambiando sus integrantes. Es significativo que entre sus dos últimas producciones discográficas exista un espacio de siete años.
El regreso de la mayoría de los integrantes de la NCCh, coincide con la campaña del NO, en contra de la perpetuación de la dictadura. Después vendrían las presidenciales, en las que también colaboraron algunos de los cantantes, y que llevaría a algunos de estos a mantener enfrentamientos y rupturas, que ya se venían gestando desde la última etapa del exilio, con partidos en los que habían militado o apoyado durante tantos años...
Actualmente la obra de la NCCh es editada y reeditada en Chile. Las fundaciones "Violeta Parra" y "Víctor Jara", han conseguido reunir y editar el material disperso de ambos artistas.
La discográfica Warner ha conseguido hacerse con gran parte de la nueva y antigua discografía de la NCCh, en detrimento de la ya mítica Alerce.
Patricio Manns, Inti Illimani, Ángel Parra y otros más lanzan regularmente nuevas obras al mercado y seguirán, sin duda, haciéndolo durante mucho tiempo. La Nueva Canción Chilena, cambia, se enriquece de nuevas formas, se adapta, pero no muere.
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Con cenizas, con desgarros,
con nuestra altiva impaciencia,
con una honesta conciencia,
con enfado, con sospecha,
con activa certidumbre
pongo el pie en mi país,
(pongo el pie en mi país)
y en lugar de sollozar,
de moler mi pena al viento,
abro el ojo y su mirar
y contengo el descontento.
Vuelvo hermoso, vuelvo tierno,
vuelvo con mi espera dura,
vuelvo con mis armaduras,
con mi espada mi desvelo,
mi tajante desconsuelo,
mi presagio, mi dulzura,
vuelvo con mi amor espeso,
vuelvo en alma y vuelvo en hueso
a encontrar la patria pura
al fin del último beso.
Vuelvo (Patricio Manns-Horacio Salinas)
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