LA INMORTAL NUEVA OLA

LA "NUEVA OLA" ES INMORTAL

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Luis Dimas
En cualquier discoteca capitalina -o de alguna parte de esta larga y angosta faja de tierra- cuando el ambiente está que arde, cuando las canciones del momento hacen sudar la gota obesa a los bailarines, no es extraño que los jóvenes se vacilen con todo, entre el popurrí de temas actuales, una composición de la Nueva Ola.

Puede ser "Caramelo de menta", "Caprichito", "Twist del recluta", "El rock del mundial" o "Muñequita", entre otras. Es que hoy, cuando ya han pasado cerca de 40 años desde que fueron éxito, siguen teniendo la misma fuerza. ¿La razón? Letras romanticonas, fáciles de aprender, mezcladas con algún grado de humor, picardía y sobre todo, un ritmo bien pegote:- Eres exquisita como un gran asado con papas fritas/ Eres exquisita como una fuente llena de frutilla y crema/ Eres exquisita y tan deliciosa que me da fatiga/ Eres un pan fresco, me lo como todo sin dejar ni miga.

¿Boom?
Hacia fines del año 2001 surgió en el dial de la frecuencia modulada la Radio Oasis, 102.1. Esta emisora centró toda su programación en música de los años de la Nueva Ola. A poco andar se elevó al primer lugar de las listas entre todas las emisoras de Santiago.

Luego, en febrero, Lucho Dimas, Marisa, Danny Chilean, Larry Wilson, Luz Eliana, Peter Rock, Carlos González, los hermanos Miguel y Antonio Zabaleta y Fresia Soto, arrasaron en el Festival de Viña. El monstruo deliró con los grandes temas de este período que, según los entendidos como Camilo Fernández, Jorge Pedreros y Raúl Matas "siempre han estado vigentes".

Algo parecido opinó René Cornejo, encargado de Radio Oasis, "estas canciones estaban sólo olvidadas por los medios, pero no en la memoria de la gente. Lo que nosotros hicimos fue escuchar lo que las personas pedían". Y así parece. El público, tenía -y tiene- muy presente en su recuerdo, en el caso de los adultos, y en el gusto inconsciente, en el de los jóvenes, los acordes rocanroleros de lo sesenta.

Por algo en 1995 el CD que reunió los temas de la teleserie "Estúpido Cupido" -de la telenovela inspirada en esta época- vendió más de 400 mil copias, igual que en el presente el disco "24 inmortales", se acerca rápidamente a las 40 mil. La Nueva Ola está activa: "Muchos de los artistas de la Nueva Ola muy subterráneamente, en regiones especialmente, se presentan con mucho éxito. El Festival de Viña sólo gatilló un éxito que siempre estuvo ahí", comentó Camilo Fernández. Al menos así se explica que las actuaciones del denominado "Clan de la Nueva Ola 2001" (Peter Rock, Luis Dimas, Luz Eliana, Marisa, Oscar Arriagada, Jorge y Antonio Zabaleta y Larry Wilson) en el Teatro Teletón fueran todas a tablero vuelto y que las damas y lolas gritaran, por ejemplo, "m'hijito rico" a Luis Dimas.

Por algo, también, ya los están llamando para que suban a escenarios a lo largo y ancho de Chile. Además tienen una propuesta para producir un disco triple, grabar la gira para editarla en video y, lo último, el director Silvio Caiozzi está interesado en filmar una película sobre la vida y correrías de los nuevaoleros. Debe haber alguna razón para que otros nuevaoleros, como Eduardo Valenzuela, Germán Casas, Patricio Renán, Lily Fuentes y Buddy Richard también estén preparando sus voces y repertorio para hacer delirar al público.

Histeria
Al iniciar los sesentas, cuando los padres disfrutaban de la voz de Lucho Gatica, un grupo de algo más de 50 intérpretes, entre grupos y solistas, inundaban el mercado disquero criollo, copaban la programación de las radios, realizaban exitosas giras y se convirtieron, sin darse cuenta, en ídolos. Sus seguidores, en especial las mujeres (que la prensa bautizó como "calcetineras", porque se arrojaban a los pies de los artistas) eran capaces de cualquier sacrificio por tocarlos, saludarlos, besarlos y conseguir el mayor trofeo: un autógrafo.

La revista "Ritmo" llenaba sus páginas con copuchas, dimes y diretes de los artistas de la Nueva Ola. Sus portadas se convertían casi siempre, en tapas de cuadernos y posters de los fieles compradores que deliraban al saber algún detalle íntimo de sus ídolos: cómo eran en la privacidad y sí, la pregunta mágica, tenían comprometido el corazón o con qué signo del zodíaco eran compatibles.

La locura era total. A mediados de los sesentas figuras como Lalo Valenzuela, Cecilia, Fresia Soto, Gloria Aguirre, Luis Dimas, Sergio Inostrosa y Carlos González disputaban palmo a palmo, y hasta ganaban, los primeros lugares de las listas de popularidad y ventas a extranjeros de la talla de Los Beatles, Elvis Presley, Dean Read, Neil Sedaka y Paul Anka.

Vendedores
Los sellos discográficos no lo podían creer. Sus apuestas locales les llenaban los bolsillos de monedas. En los estudios de la desaparecida RCA -ubicados en la calle Matías Cousiño y luego en Catedral- se concentraba la mayor parte de la grabaciones de la Nueva Ola. Las sesiones de grabación eran en vivo y de corrido: había que tratar de no equivocarse.

El mayor hito de venta, hablamos de miles, miles y miles de copias, fue con el tema "El rock del mundial", interpretado por Los Ramblers. Los discos de velocidad 45 -muy difundidos en Santiago- y 78 revoluciones -los grandes discachos de vinilo- en regiones desaparecían rápidamente. Los fanáticos hacían filas en las disqueras. En cuanto se anunciaba que llegaría una partida, se armaba una larga fila en la entrada de la tienda una y hasta dos noches antes.


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