Marzo 27, 2005

El espíritu multifacético de Pablo Garrido

Menanteau, Alvaro (2005)
Se cumplen cien años del nacimiento de una de las personalidades más versátiles dela música en Chile. Durante gran parte del siglo pasado, su figura destacó como compositor, investigador, difusor y dirigente gremial.


LOS INICIOS DEL JAZZ EN CHILE. Como intérprete de violín, Pablo Garrido integró el Trío Los Dodos en 1935. Se trataba de una de las primeras bandas de la escena nacional.
El 26 de marzo de 1905 nació, en Valparaíso, Oscar Pablo Garrido Vargas. Hijo de Evaristo, pintor, y de Margarita, profesora de música, el pequeño Pablo inició con su madre sus estudios de piano a los 3 años, los cuales se vieron alterados abruptamente en 1913, luego de un accidente en el cual perdió su pierna derecha. Según un condiscípulo del colegio MacKay "…bostezábamos en las clases de matemáticas. Un día Pablo se fijó en los números de un tranvía, sufrió un síncope y perdió una pierna. Fue una resta lamentable". El sentido práctico ante la vida que le inculcaron le llevó a reorientar su formación con el estudio del violín, al tiempo que incursionaba en la pintura de corte impresionista. De sus cuadros nunca más se supo, no así de su actividad musical y musicológica, la cual se prolongó por casi 60 años.

En 1923, Pablo Garrido inició su actividad pública al estrenar su primera composición, publicar su primera crítica musical y al dictar su primera charla. Su primera obra se llamó "Tonada", mientras que su primera charla versó acerca de los compositores chilenos contemporáneos. No es de extrañar entonces que, ya en esos primeros pasos, Garrido tuviese clara la senda por la que transitaría su vida: la valoración de la música y los músicos chilenos. Según los documentos contenidos en el Archivo de Pablo Garrido (depositados en la Sección Musicología de la Facultad de Artes de la Universidad de Chile), se calculan en más de 500 las conferencias y charlas que nuestro músico dictó en viajes que lo condujeron por 35 países del mundo. A ello se suman los más de dos mil artículos y entrevistas publicados en diarios y revistas de Chile y del extranjero.

El hombre del jazz


LOS INICIOS DEL JAZZ EN CHILE. Como intérprete de violín, Pablo Garrido integró el Trío Los Dodos en 1935. Se trataba de una de las primeras bandas de la escena nacional.
Su compromiso con la vanguardia musical lo llevó a vincularse estrechamente con la temprana escena jazzística nacional. En 1924, estrenó la gran orquesta de jazz de nuestra historia local, con la cual debutó en el salón Victor de Valparaíso. Durante los siguientes 20 años, Pablo Garrido fue un activo difusor del jazz en nuestro suelo, ya sea desde la tarima de director, como intérprete al violín (al integrar el Trío Los Dodos en 1935), o bien a través de innumerables artículos de prensa, en su mayoría entrevistas a músicos nacionales vinculados a este (por aquel entonces) novedoso lenguaje musical. Su columna semanal en el diario "Las Últimas Noticias" (publicada a partir de 1938) y su "Recuento integral del jazz en Chile", de 1935, son de vital importancia al momento de reconstruir la historia del jazz en Chile.

Paralelamente a esta fiebre por el jazz continuó formándose como músico docto, estudiando composición con maestros particulares y formando parte en orquestas y cuartetos de cuerda. Una integración de ambas actividades cristalizó en obras como Jazz window de 1930 (considerada como la primera obra docta chilena para saxo alto), Black fire para violín y piano, y su Rapsodia chilena para piano y orquesta, estrenada en 1937. Lo anterior instala a Garrido como el primer compositor docto chileno que se inspiró en las sonoridades del jazz. Cabe destacar además que por aquellas fechas organizó y dirigió conciertos de "jazz sinfónico" y de negro spirituals, estrenando en 1935 el clásico Rapsodia en blue de George Gershwin.

Otros aportes en pro del jazz en nuestro medio fue su traducción al español del libro "Le jazz hot", de Hugues Panassié, piedra angular para la iniciación jazzística en aquella época, y su labor de coordinación entre músicos profesionales y aficionados al jazz en reuniones de 1939, las cuales contribuyeron a la posterior gestación del Club de Jazz de Santiago. Sin embargo, en forma tan abrupta como misteriosa, Garrido abandonó el jazz en 1944, no sin antes declarar que el jazz no se podía identificar con el espíritu latino y que en Chile dominaban "los mistificadores de esta música". A partir de entonces se dedicó a componer música docta, a dictar conferencias, a la actividad gremial y a investigar el folclor chileno. Entre 1926 y 1932, Garrido se embarcó en el primero de sus largos viajes que incluyó el norte de Chile, Sudamérica, Centroamérica y Europa, teniendo oportunidad de realizar estudios de composición con un discípulo de Ravel, y de musicología con un maestro austríaco. Ya de vuelta en Santiago de Chile, recorrió el territorio nacional ofreciendo conferencias e investigando el folclor del norte del país. Realizó esporádicos viajes a Argentina, Uruguay, Colombia, Perú y Panamá; entre los años 1948 y 1954, estuvo radicado sucesivamente en Nueva York, Puerto Rico y España.

Una nueva gira se desarrolló entre 1958 y 1960, la cual lo condujo nuevamente por Sudamérica, Centroamérica, México y Estados Unidos. Entre 1965 y 1966, volvió a Europa, esta vez invitado por los gobiernos de España, Italia, Inglaterra, Austria, Bélgica, Alemania y Francia. En todas estas giras, Garrido dictaba conferencias acerca de la música chilena y latinoamericana que había estudiado en sus viajes anteriores.

Producto de sus numerosos viajes e inquietudes personales, Pablo Garrido estuvo conectado durante años a lo más selecto de la intelectualidad local y extranjera. Entre su correspondencia privada hallamos cartas de músicos de la talla de Pedro Humberto Allende, Alfonso Leng, Arnold Schoenberg, Aaron Copland, Heitor Villa-Lobos y Joaquín Rodrigo. Lo mismo ocurre con musicólogos como Carlos Vega, Francisco Curt Lange y Charles Seeger. Ya en 1925, Pablo Garrido organizó un concierto de "música futurista", dejando en claro su apego irrestricto por todas las formas novedosas de arte musical; entre ese año y 1948, editó siete revistas especializadas, todas ellas de corta existencia. Sus composiciones académicas reflejan el estímulo de los lugares que conoció en sus viajes, al mismo tiempo que transitan desde un lenguaje musical atonal de corte dodecafónico, hasta obras completamente tonales. Compuso mucha música de cámara, obras para solista y orquesta, y una ópera.

No obstante la importante cantidad de obras compuestas por este creador, su música ha sido poco difundida. Si bien ostentó algunos cargos en el ámbito cultural, como director del Departamento de Música Popular de la Dirección de Informaciones y Cultura del Estado (DIC), como presidente de la Asociación Nacional de Compositores de Chile (ANC), o como relacionador artístico del Departamento de Cultura de la Secretaría General de Gobierno en 1971, Pablo Garrido se vio enfrentado constantemente con las autoridades musicales chilenas por profundas diferencias de opinión ante los problemas de la música nacional. Muy significativas fueron sus discrepancias con el decano Domingo Santa Cruz Wilson, las cuales se ventilaron públicamente a través de un crudo intercambio epistolar en el diario "Las Últimas Noticias", a fines de 1943. Sus ideas socialistas también contribuyeron a la conformación de este panorama poco favorable.

A pesar de lo anterior, Garrido logró mantenerse activo como creador musical, estrenando obras por lo menos hasta 1978. Al año siguiente obtuvó una pensión gubernamental como reconocimiento a su estudio y divulgación de la música chilena. Postuló al Premio Nacional de Arte en 1980, pero fue rechazado. A fines de los años 20, tenemos a Garrido viviendo en el norte de Chile. Las zonas de Chuquicamata y Antofagasta fueron las primeras en las cuales investigó la música tradicional. En 1941, retorna a dicha región, culminando su labor con la realización de un documental sobre la fiesta de La Tirana, un valioso registro producido por la DIC en 1945. Trabajando para esa misma entidad, Garrido consiguió editar discos de música folclórica y popular, y además financiar una serie de expediciones para investigar la música tradicional del norte y sur de Chile.

La cueca de Garrido

En 1943, publicó el libro "Biografía de la cueca", el cual pasó a ser considerado como un clásico sobre esta materia, transformando la figura de Pablo Garrido en una referencia vital para los estudiosos y amantes del folclor más representativo de la chilenidad. No es casualidad entonces que haya sido nominado como Consejero Honorario de la Federación Nacional de la Cueca en 1977. Pero nuestro autor no cesó allí su estudio de la danza nacional, publicando otro libro, "Historial de la cueca", en 1979; más aún, su afecto por la música tradicional fue más allá, publicando en España el libro "Esoteria y fervor populares en Puerto Rico", producto del contacto con la cultura popular de esta isla caribeña durante los meses en que estuvo radicado allí.

Más allá de su aporte pionero en la gestación y desarrollo del jazz en Chile, otra faceta destacada en el ámbito de la música popular fue su intensa actividad gremial, principalmente canalizada a través de los cargos públicos que ostentó.

Murió el 14 de septiembre de 1982.