Marzo 28, 2005

Entrevista a Francisco Astorga, cantor popular a lo divino: Apóstol, trovador y poeta

Ossa Guzmán, Isabel (2005)

INCANSABLE. Francisco Astorga lleva más de 30 años dedicado al canto a lo divino, una herramienta que él utiliza para alabar a Dios, recuperar la tradición campesina y evangelizar a Chile.
Francisco Astorga es uno de los muchos cultores del canto a lo divino en Chile, una forma de hacer música que mezcla la poesía con el ritmo y la evangelización, que se desarrolla en la zona central de nuestro país y que está muy lejos de desaparecer, gracias a la loable tarea que realizan hombres y mujeres como él.

Al son de guitarrones, rabeles, guitarras traspuestas y voces enardecidas, se ha desarrollado en Chile una de las expresiones literarias más importantes de la cultura popular: el canto en décimas a lo divino, una manifestación musical, religiosa y poética, que se ha convertido en un símbolo fundamental de la cultura tradicional campesina del Valle Central de Chile y que consiste en vigilias de oración, cantadas con ocasión de festividades religiosas. Nuestra literatura está llena de evocaciones de este tipo de música, que tiene su origen en la Edad Media española y que llegó a Chile durante la Conquista. Acevedo Hernández la rescató en sus dramas, Juan Uribe se dio a la tarea de coleccionarla y varios investigadores, como Fidel Sepúlveda y Manuel Danneman, han dedicado buena parte de sus vidas a recogerla y darle carácter de tradición escrita.

La memoria de las regiones centrales de nuestro país está repleta de preciosos versos de alabanza a las distintas vírgenes que caracterizan a nuestra cultura, a Jesús recién nacido, a los santos del pueblo y a cientos de otros personajes divinos o divinizados. Semana Santa es una fecha especial para los cantores a lo divino, que por estos días, y en un ambiente emotivo y piadoso, se juntan a alabar a Jesús crucificado y resucitado. Son hombres y mujeres con triple oficio de poetas, cantores y evangelizadores, hombres y mujeres que se sienten orgullosos de su tradición campesina y que quieren salir a repartir la buena nueva de su arte por todo lo largo de Chile.

Árbol frondoso

Francisco Astorga se abraza de su guitarrón chileno, como si fuera su hijo más querido y, cuando toca sus 25 cuerdas, más parece que les hiciera cariño. Con su voz grave y campesina, habla de su música con serenidad, y de Dios, con frenesí. A lo lejos se escucha de repente el sonido de una flauta traversa, y Astorga reacciona a él mucho más rápido que si hubiera un terremoto. Se ve que la música lo traspasa, que la trova popular lo hace delirar y que el "canto a lo divino" es para él la forma más importante de alabar a su Dios.

Francisco nació en La Punta de Codegua, un pueblo que queda a 15 kilómetros al norte de Rancagua. Eran los años sesenta entonces y la música vino con él pegada a sus venas maternas. Su abuelo era cantor y poeta, su abuela era cantora, y su tío, payador de los buenos. Desde muy niño, se sentaba a escuchar a su abuelo y a observar cómo componía versos en cuartetas y décimas. De su tío aprendió la tarea creativa, y de su abuela, la organización y el método. El oficio lo fascinaba y a los 14 años empezó a escribir poesía, para convertirse, tiempo después, en uno de los mejores cantores de su pueblo y del país entero. La fiebre rítmica lo trajo a la capital y aquí estudió Música en el Pedagógico, aprendió a tocar el guitarrón chileno, la guitarra traspuesta y el rabel, y así volvió a su pueblo natal, dispuesto a pasear por Chile para dar a conocer su habilidad y su religión.


REINA DE CHILE. La Virgen del Carmen, también llamada "Carmelita", es la más alabada por los cantores a lo divino, que se desvelan en julio por la Señora.
Fue agricultor, como todos en su aldea, pero la música siempre le hacía cosquillas. En 1995 recibió una oferta para hacer clases en la Universidad Metropolitana y desde entonces se dedica por completo a su pasión. En Codegua hace un taller de música para adultos mayores y, ciertos días a la semana, viaja a Santiago para enseñar a muchos jóvenes las delicias del canto a lo divino. Para él esta experiencia ha sido increíble, ya que "a través de los instrumentos chilenos los muchachos han descubierto todo un universo sonoro que no sabían que existía, y han valorizado las creaciones chilenas, no sólo por su valor musical, sino también por lo poético y lo valórico que hay en cada una de ellas".

Hace cuatro años, Francisco y otros cantores formaron la Comisión Nacional de Canto a lo Divino, una entidad que cuenta con el apoyo oficial de la Conferencia Episcopal y cuyo objetivo es promover encuentros de canto a lo divino "para darle nueva vida y hacer que la gente lo revalorice".

-¿En qué consiste el canto a lo divino?
"Existe un árbol frondoso que se llama "canto a lo poeta", que tiene dos ramas: el canto a lo humano y el canto a lo divino. El canto a lo divino se hace en décimas y tiene un contenido religioso, especialmente bíblico, con raíces del Antiguo y el Nuevo Testamento. También se canta a los santos. Y se hace, como decimos en el campo, "a la hora de la oración", que es como a las 6 de la tarde. Antes era una manifestación generalmente muy íntima, muy familiar.

-¿Y ahora es más masiva?
"Desde hace apenas 28 años, cuando se hizo el primer encuentro de cantores en Lourdes, se ha hecho más masiva. Desde entonces hemos cantado en templos, catedrales y santuarios. Es algo nuevo, que nos permite llevar nuestro arte a más gente. Los estudios que se han hecho y el encuentro que tuvimos con el Papa han sido muy importantes para salir de la novena familiar y abrir nuestra música al mundo".

-¿De dónde procede este tipo de canto?
"De los primeros misioneros que llegaron a Chile, los jesuitas, que en los tiempos de la Conquista enseñaban la doctrina cristiana a los indígenas y lo hacían a través del verso, de las décimas. Una de las primeras décimas que ellos enseñaron es una que todo el mundo reza, sin saber que es parte de la cultura popular. Es esa que dice "Bendita sea tu pureza y eternamente lo sea, pues todo un Dios se recrea en tan graciosa belleza. A ti celestial princesa, ¡oh, Virgen Sagrada María!, yo te ofrezco en este día alma, vida y corazón. Mírame con compasión, no me dejes madre mía. Amén". Esa décima es el origen del canto a lo divino, la matriz. La mayoría de los cantores a lo divino hemos aprendido a hacer los versos con ese modelo".

De tomo y lomo

-¿Qué importancia tiene este tipo de música para el pueblo?
"Mucha, porque el poeta es como la voz del pueblo. Así como el profesor en la escuela, el curita en la parroquia y el médico en el hospital, también está el poeta popular, que cumple una función tan importante como es participar en las celebraciones del pueblo, ya sean religiosas o profanas. Este tipo de canto es una de las manifestaciones más vigentes que tenemos en Chile, aunque los medios de comunicación insisten en decir que está desapareciendo del mapa".

-¿Tienen los cantores a lo divino que ser personas necesariamente católicos?
"Sí, nunca he conocido a uno que no lo sea. Porque nuestro canto no es sólo un canto de alabanzas, sino que contiene doctrinas. No se trata sólo de decirle a la Virgen que es linda y que la queremos… Eso podría hacerlo cualquier poeta. Se trata también de enseñar a la gente asuntos profundos de fe a través de estas décimas. Para el cantor, Jesús no es un hombre que separó la historia en dos, sino el Hijo de Dios, la segunda persona de la Santísima Trinidad, el Mesías salvador del mundo. Todo eso se va cantando para que la gente lo aprenda. El cantor a lo divino debe conocer los textos sagrados y corregir sus versos con otros cantores más experimentados, para no cometer errores de doctrina. Nuestro ejercicio de escribir no es algo espontáneo, sino que implica consultar libros, corregir y aprender constantemente. Además, el cantor debe ser más que un católico común y corriente, debe ser un católico incorporado a la comunidad, capaz de dejarlo todo por servir a sus pares. Ser cantor es un compromiso que uno asume con Dios, la Virgen y la comunidad; una forma de hacer apostolado, un ministerio laico de sacrificio y entrega".

-¿Ha tenido el canto a lo divino que adaptarse a los nuevos tiempos?
"La verdad es que se mantiene igual. La gente que no conoce el canto a lo poeta descubre en él un montón de elementos que parecen ser modernos, pero no lo son. Mis alumnos, al enseñarles yo técnicas de guitarra traspuesta, dicen que esas técnicas son de guitarra eléctrica, de música rockera. No saben que son técnicas antiquísimas. Ahí empiezan a encontrar una serie de elementos que les parecen modernos y que, por eso, les resultan muy atractivos. No hay un gran cambio. Se ha mantenido su raíz poética, su métrica, su rima, su música, las que se parecen mucho al canto gregoriano".

-¿Por qué a la gente le gusta tanto el canto a lo divino?
"Porque hay mucha alegría, comunión y compromiso. Cuando uno se da cuenta de lo bueno que es, uno también quiere participar y se pone a disposición de los mayores. Hay un respeto grande a nuestros abuelos, a nuestros padres y a sus enseñanzas. La palabra de ellos es fundamental. Los cantores tenemos esta especie de Consejo de Ancianos, que tienen una gran sabiduría. Sus enseñanzas se quedan grabadas, mucho más que lo que le puedan enseñar a uno en la escuela. En las zonas donde el canto a lo divino es fuerte, no hay iglesias evangélicas, porque el canto a lo divino se enraíza tanto en el pueblo, como las enseñanzas de los hermanos evangélicos. Eso lo digo con orgullosa humildad, porque siento que uno aporta harto a la evangelización de Chile, que uno es un apóstol de Cristo, con una misión importante".

-¿Tienen estas fiestas un sentido de fervor o son a veces una excusa para parrandear?
"El canto a lo divino es un rito solemne para nosotros, pero es también una fiesta, que implica comida, bebida y conversación. El traguito y la cena no faltan nunca, pero nadie se sobrepasa. La gente participa de estas vigilias con un sentido de piedad verdadero, aunque no sea tan solemne como una misa gregoriana. Es una religiosidad más humana, en que la gente comparte con Dios y con la comunidad".

-Mucha gente no católica acude a estas fiestas, ¿qué cree usted que buscan ahí?
"Una experiencia con la tradición poética musical de Chile. La gran mayoría va a eso; a conocer, a mirar, a valorar lo musical, lo poético, el sentido de comunidad. Pero lo hacen con respeto y, por eso, para nosotros no es un riesgo, sino todo lo contrario. Es muy positivo. Incluso hay personas que se han convertido al conocer el canto a lo divino, personas que han investigado el tema por interés musical o poético, y han terminado siendo católicos".

-¿Existe o ha existido alguna tensión entre la Iglesia Católica y los cantores a lo divino?
"Ha habido momentos de tensión entre la Iglesia y la religiosidad popular en general. Creo que nunca se han opuesto tenazmente, pero sí ha ocurrido que nos mantienen al margen. A la piedad popular se le ha criticado que use tantas metáforas y adivinanzas, con un lenguaje cotidiano, quizás demasiado directo, comparado con la música sacra tradicional. A algunos sacerdotes les llama la atención que uno salude a la Virgen del Carmen, diciéndole "Buenas tardes Carmelita" o "Misia Mariquita". Es cierto que es más cotidiano, pero no por eso es menos respetuoso. De esta forma la gente se presenta ante Dios de una manera más directa. Nuestro canto acerca lo religioso al pueblo, a la gente común, de otra forma. Ni mejor ni peor, sólo diferente".


VELORIO DEL SEÑOR. El canto a lo divino de la vigilia pascual es una sentida trova de alabanza a Jesús crucificado.
-¿Cómo es el canto a lo divino de Semana Santa?
"El canto de Viernes Santo es lo que los cantores antiguos llamaban "el canto del velorio del Señor". Los versos profundizan en la Última Cena, la oración en el Huerto de los Olivos, la traición de Judas, el juicio ante Pilatos y Herodes, el Vía Crucis, la crucifixión y el perdón del buen ladrón. El Sábado se cantan diferentes fundamentos, que van desde la vigilia pascual a la Pascua de Resurrección misma. Estos versos son muy emotivos y la interpretación de los cantores es también muy intensa y dolida. La gente aprecia mucho estos cantos, porque los sienten cercanos y los aproximan a los sacramentos. El domingo de Resurrección no se cantan más que muestras, porque el canto a lo divino es por esencia una vigilia".

-¿Qué trata de transmitir usted con su arte?
"Siento que soy un instrumento de Dios y, a través del canto, uno trata de transmitir la tradición, la poesía, la música y, sobre todo, los valores de la cultura campesina".

-¿Cuáles son esos valores?
"La amistad, el valor de la palabra, la lealtad, el sentido de familia, el respeto a los mayores, el cariño por los tuyos. Y, por supuesto, la Fe, así con mayúscula, que es la que mueve montañas".

Pasión y Resurrección entonadas a lo divino

PASIÓN DE CRISTO

Ni los clavos ni el madero
me tienen crucificado
sino sólo tu pecado
y lo mucho que te quiero.

Mira hasta dónde llegó
el amor de un fino amante
para con un inconstante
que de la nada formó.

El vientre humano encarnó
por misterio verdadero
como inocente cordero
quiso ser crucificado
sin temerles a los soldados
ni los clavos ni el madero.

Este hacedor de hacedores
supremo rey de arcángeles
lo que no hizo por ángeles,
hizo por los pecadores.

Con penetrantes dolores
fue de espinas coronado,
y en la cruz enarbolado,
dijo el Salvador Divino,
"las culpas del hombre indigno
me tienen crucificado".

Al Padre Eterno clamó
en su última agonía
una y otra vez decía
"dales a todos el perdón".

La causa de mi Pasión,
por la que estoy traspasado,
no es la lanza ni el soldado,
no es Pilatos ni Caifás,
no es Judas ni Barrabás,
sino sólo tu pecado.

Mas con su muerte
las puertas del infierno se cerraron
las cuales todas se hallaron
para los justos abiertas.
Alma dichosa si aciertas
seguir tan feliz sendero.

Te lo pido muy sincero
mírame y ten compasión
y verás mi corazón
y lo mucho que te quiero.

Al fin si quieres gozar
de la celestial mansión,
recurre con devoción
a la mesa del altar.

Come este rico manjar
en la Santa Comunión,
procura dar el perdón
al amigo y enemigo.
Sólo así serás testigo
de mi gran Resurrección.

RESURRECCIÓN

Murió Cristo, qué dolor.
Resucitó, qué alegría.
Y se quedó con nosotros
hasta el final de los días.

Nadie jamás en el mundo
fue tan constante en su vida
como Jesús el Mesías
hermano nuestro, fecundo.

Con un sentir tan profundo,
él se entregó por amor.
Su calvario redentor
hoy inspira mi alabanza.
Con la cruz de la esperanza
murió Cristo, qué dolor.

El alma tan gloriosísima
de mi Señor Jesucristo
como nunca se ha visto
nos dará la luz clarísima.
Con nuestra Madre purísima
estando en su compañía
Cristo, con gran armonía,
el sepulcro lo atraviesa
y con nueva fortaleza
resucitó, qué alegría.

Los soldados con espanto
no entienden lo que pasó.
El alelí floreció
con un candor puro y santo.
Sus amigos, entretanto,
no piensan en ningún otro,
un ángel dice "vosotros
buscáis al Crucificado,
Jesús ha resucitado
y se quedó con nosotros".

De Dios la buena noticia
proclamad a sus discípulos,
dicen los sacros artículos,
tienen la nueva primicia.
Él es el sol de justicia
el esperado Mesías,
se encuentra con alegría
en el camino a Meaux
y se queda mi Jesús
hasta el final de los días.

Bendita cruz, los momentos
de Jesús en el calvario
nos redime en su santuario
por los siete sacramentos.
La cruz da nuevo aliento
pues nos saca del abismo,
reina del catolicismo,
es signo de salvación.
Es señal de resurrección
para todo el Cristianismo.

Eventos

  • 8 de enero: Canto al Niño Dios. Loica Abajo, San Pedro de Melipilla.
  • 5 de febrero: Encuentro Nacional de Cantores a lo Divino, Santuario de Lourdes, Santiago.
  • 6 de mayo: Canto a la Santa Cruz. Los Marcos, Codegua.
  • 27 de mayo: Canto a la Cruz de Mayo. Los Hornos, Aculeo.
  • 16 de julio: Canto a la Virgen del Carmen. Peralillo, Aculeo.
  • 14 de agosto: Canto a la Virgen del Tránsito. Las Cabras.
  • 23 de septiembre: Encuentro Nacional de Cantores a lo Divino. Templo de Maipú.
  • 11 de noviembre: Canto a la Purísima. Chancón, Rancagua.
  • 7 de diciembre: Canto a la Purísima. Santuario La Compañía, Graneros.