Marzo 21, 2005

Panchito Cabrera: la guitarra de la magia

Bahamonde, Milena
En la cima de un cerro de Viña del Mar, en una avenida sencilla desde donde es posible ver cómo el sol se desdibuja en el mar, hay una casa suspendida -suspendida como un acorde en el jazz-, ahí, vive Francisco Cabrera o "Panchito" Cabrera o el Django Reinhardt chileno. A lo menos una vez a la semana viaja a la capital para los ensayos o conciertos con su conjunto (Santiago Hot Club). Tiene 73 años de edad y toca con la misma magia que a los quince o los veinte. Lo suyo es una pasión, una inexplicable pasión por la música y por el estilo del gitano Django Reinhardt. Cabrera es un monumento nacional a la guitarra, es el gurú del swing, el master de los masteres, sus interpretaciones son fábulas y tiene un sonido en guitarra que no lo saca nadie.

Durante toda la vida, "Panchito" Cabrera le ha seguido la pista al gitano Reinhardt pero solamente una vez visitó París y de recuerdo trajo una colección de grabaciones de lujo del Hot Club de Francia (de Django Reinhardt), con la carátula del mismo tono del disco; una pequeña réplica de la Torre Eiffel, y una guitarra como la de Reinhardt (que toca como los dioses).

Es que hay que estar en el radio de la vibración de la música cuando "Panchito" Cabrera interpreta el "Blues en menor" para comprender que su guitarra más que hablar susurra y cautiva hasta el más necio de los corazones. Uno de quienes lo ha acompañado en el escenario comenta la experiencia: "Cuando terminábamos un tema el público explotaba en aplausos, y él muy modestamente decía gracias a ellos, pero la verdad era que el de la magia era él", recuerda Angel Cortez, el músico que tocó en el Club de Jazz de Santiago con Cabrera y fue invitado por él a girar pronto a Mar del Plata, Argentina.

"Panchito" Cabrera se formó en el Conservatorio con estudios de guitarra y también, en los escenarios con la emoción en vivo. Se reconoce apto para tocar desde el más prolijo concierto selecto, pasando por el repertorio de temas italianos, franceses, música peruana hasta el tango argentino, es decir, toca ¡tutti quanti! Lo que más le gusta es el jazz en toda su amplitud, y si bien no faltaron quienes le recomendaron que dejara el estilo de Reinhardt, que se cambiara al bebop, al jazz americano, no lo hizo.

Francisco Cabrera nació en el 1930, en Antofagasta. Llegó a Santiago a los ocho años de edad. Es hijo de Julia Sánchez y de Arturo Cabrera Flores (capataz de una mina en Chuquicamata). A los cinco años aprendió a tocar solo guitarra, después sus padres le enseñaron un poco y ya más grande su hermano el violinista Milo Cabrera lo llevó a la capital a estudiar en el Conservatorio. Su primera guitarra se la regaló Milo, también él lo impulsó para empezar a tocar en público, y juntos, cuando eran niños, imitaban al Hot Club de Francia. "Tocábamos con el 'Chico' Valdivia de Los Peniques (contrabajo) en la Radio Cooperativa Vitalicia. Hacíamos actuaciones como los Hermanos Cabrera", recuerda.


¿De dónde proviene su estilo para tocar guitarra?
- Del Hot Club de Francia. Era una maravilla. Fue famoso en el mundo entero, grabaron tantos temas, de repente al gitano Reinhardt le dio por hacer los temas en menor y a uno le puso el "Swing en menor", con ese tema metieron el manso gol en todo el mundo, lo escuché cuando tenía siete años, porque los tocaban mucho en la radio y mi papá compró el disco.

¿Lo trataba de imitar?
- Trataba de tocar como Reinhardt.

¿O quería tocar mejor que Reinhardt?
- Es imposible tocar mejor que él, pero conseguí tocar muy parecido a él.

¿Cómo entró al mundo del jazz?
- En el año 1948 había una audición en la Radio Agricultura, para un programa que se llamaba "Una hora de jazz" en que estaban los mejores jazzistas de Chile, y mi hermano, el Milito, me decía que fuera a meterme allá. A mí no me conocían y tenia miedo de que no me fueran a "dar ni bola". Él me dijo que fuera con personalidad. Llegué y dije que quería participar en los conciertos de jazz. Estaban "Lucho" Córdova, "Lucho" Aránguiz y todos los grandes, entonces vino un guitarrista y me hizo tocar, ahí el "Huaso" Aránguiz me invitó para que tocara con su conjunto, nos anunciaban como la nueva banda del trompetista "Lucho" Aránguiz con Hernán Prado en el piano, "Lucho" Córdova en la batería, y "Panchito" Cabrera, un gran guitarrista del norte. Mucha gente escuchaba ese programa.

¿Cuándo empezó a grabar?
- Las primeras grabaciones fueron comerciales, el primer tema se llamó "Francinada", lo saqué yo solito y lo grabé con Traslaviña.

¿Rafael Traslaviña, el de las cuecas apianadas que tanto le gustan al antipoeta Nicanor Parra?
- Él Mismo, con él también grabé un tema bonito, lento, después grabé con diferentes artistas, con el Trío Los Bohemios grabé "Valentina". Había harto trabajo, me ofrecían trabajo estable en el Hotel Carrera, en el Hotel Crillon pero prefería trabajar por horas. Tenía mucho trabajo y a veces no podía decirles a todos que bueno. Hice grabaciones, actuaciones en radio, en televisión. Cuando ya era "Panchito" Cabrera profesional empecé a trabajar con los nuevos valores en un programa de Canal 13 parecido al Rojo y Fama de ahora, ahí sacamos al Pollo Fuentes a la Fresia Soto y hasta la Cecilia, que fue una artista tan extraordinaria.

¿Qué suceso marcó su carrera?
- Las actuaciones en el Palacio de La Moneda, toqué para el Presidente Arturo Alessandri, para el Presidente Eduardo Frei Montalva. Toqué en casi todas las embajadas diplomáticas con mi conjunto Panchito Cabrera y Los Chevallier, un conjunto que empezó en el 1962 con Ricardo Arce en la segunda guitarra, Pedrito en la batería y Ernesto en contrabajo, después cambié los elementos y puse un órgano, otra guitarra y un cantante. También, toqué para la Reina Isabel cuando vino a Chile, esa vez contraté un taxi para ir al barco en Valparaíso donde estaba la Reina y llegó un marino a preguntarnos algo pero no le podíamos contestar porque ninguno de los músicos sabía hablar inglés, entonces, el taxista nos hizo de intérprete y al final él entró y comió con nosotros y con la Reina. Hice siete veces giras por todo Chile, conozco mi patria entera.

¿Qué repertorio tocaba en los años en que tenía a Los Chevallier?
- Se tocaba mucho el go go. Las "cabras" bailaban bonito. Tocábamos en las universidades. Los éxitos que tuve fueron el "Go go español", este tema estaba segundo en los rankings, venía después de un tema Salvatore Adamo. Con Los Chevallier grabé uno de los temas que más me gusta, la "Cumbia la Geraldine", este tema lo hice para mi nieta que ahora vive en Suiza. Tengo un montón de discos, grabé en RCA Víctor, Odeón y en Phillips. También actué en Buenos Aires, hacía bailar a los argentinos. Trabajé mucho desde el año 1962 hasta el golpe militar en Chile en 1973. Después del golpe la vida musical cambió mucho, abrieron los cafés topless y después en los restaurantes empezaron a poner aficionados y ya no contrataban artistas de prestigio, ahora llevan a las que muestran el cuero.
¿Por qué no se fue de Chile?
- Eso es lo mismo que me dice mi señora. No me fui porque tenía miedo, porque sin saber el idioma creía que no iba a poder hablar con nadie ¿Cómo iba a entrar al medio si no sabía hablar? ¿Cómo iba a ir a hablar en un restaurante en una boite sin tener el idioma? "Lucho" Aldunate me ofreció llevarme a Estados Unidos, porque en ese tiempo no había guitarristas latinos, por eso Carlos Santana fue tan famoso después.


"Todo viene del jazz"
Panchito Cabrera fundó el Santiago Hot Club en el 1986, agrupación paradigmática en el jazz en Chile, integrada por el mismo Cabrera (guitarra solista y líder), Boris Ortiz (clarinete), Mario Pavón (guitarra), Italo Seccatore (guitarra), Marcelo Rojas (contrabajo) y Álvaro Ponce (batería). Todos, cultivan el swing francés, standars del jazz norteamericano y arreglos e autores latinoamericanos como Astor Piazzola y Ariel Arancibia.

- "Cuando empezamos estaban Santiago Aldunate conocido como el Rey de las plumillas, "Chaguito" Morning, "Juanito" Pavez, Waldo Muñoz y Mario Pavón, en las guitarras rítmicas; Ernesto Pérez de Arce en el clariente, "Spay" Jhonnes en el contrabajo; y en la guitarra y director el fabuloso guitarrista chileno, Panchito Cabrera".

¿Fabuloso?
- Si no lo digo yo no lo dice nadie.

¿Usted es el mejor guitarrista en Chile?
- Sí (se ríe). No ve que la prensa pone un montón de cuestiones, antes escribían que yo era el Tarzán de la guitarra, la guitarra mayor de Chile. Una vez Mario Faúndez (uno de los Cuatro Duendes) me preguntó: ¿Para qué te pones esas leseras, eso de la guitarra mayor de Chile? Le expliqué que no era yo sino que salía así en los diarios.

¿Qué se necesita para ser músico?
- El músico tiene que nacer músico sino es un músico de atril. Se sabe "al tiro" cuando es un músico bueno o matado.

¿Cómo creó su estilo?
- Todo viene del jazz. El jazz lo hace todo. Terminé la carrera en el Conservatorio pero la técnica de la mano del clásico se me fue con la técnica de la uñeta. En el clásico si a usted le falta una hoja se queda ciego, en cambio en el jazz no es así; uno puede hacer cualquier cosa, lo que quiera hacer.


¿Considera al jazz algo propio de Chile?
- No, es de Estados Unidos y de Europa.

¿Qué cree que es lo que la gente admira de usted?
- A lo mejor la edad, dirán: Él ya tiene su edad y cómo toca la guitarra. Tengo 74 años y me mantengo bien porque soy sano, soy de mi hogar, no tomo, no ando farreando. Cuando voy a Santiago bien parado, encorbatado todos me quedan mirando. Trabajé toda la vida. Creo que encontré la encontré la calidad y la capacidad del artista.

¿Qué piensa del jazz huachaca, de Roberto Parra?
- Roberto nunca fue jazzista, era un hombre al que le gustaba tocar la guitarra, era un gran admirador del Hot Club de Francia, quería tocar un poquito y le puso el jazz huachaca pero sin saber tocar.

Roberto Parra lo quería mucho a usted.
- Sí. Murió escuchando mi cassette. Un poco antes de morir me fue a escuchar y ese día le regalé un casette que grabé con el Santiago Hot Club, y cuando él estaba enfermito escuchaba ese casete. Su señora me dijo que se quedó dormido escuchando el cassette mío, se murió así.

¿Qué ha sido lo más difícil de dedicarse a la música en Chile?
- Que siempre he tenido una vida muy ajustada, nunca he tenido una vida como debiera tener un artista, porque los trabajos son mal pagados.

¿Se arrepiente?
- No, gracias a la música conozco todo mi país, estuve en Bolivia, en Buenos Aires, acompañé a mil artistas famosos del mundo ¿Cuándo habría tenido todas esas satisfacciones si hubiera sido Abogado o Médico? No me quejo. Soy feliz de haber sido músico.

¿De qué siente nostalgia?
- Extraño a mis padres que se fueron al otro mundo, pero es natural. Echo de menos a tanto músico fabuloso que trabajó conmigo como "Juanito" Moya, Carlos Salas y otros que también se fueron. Uno ve como se parten algunos músicos tan extraordinarios, tan buenos y no se van otros que están sufriendo, que andan botados en la calle, tapados con un papel de diario.
Fuente: www.musica.cl