Con el cambio de siglo el bullente mundo obrero que se ha organizado en torno a
Sociedades de Socorros Mutuos y motivado por el filarmonismo, acoge y adapta en su seno a estos grupos musicales, llegando a sustituir a los orfeones que amenizaban sus veladas sociales.
Así nace en 1901 la primera estudiantina de carácter filarmónico de la capital: la
Estudiantina Aurora, de ambos sexos (mixta), constituida por 26 miembros de diferentes sociedades obreras, predominando los del gremio de tipógrafos. Con sencillos ternos y corbatas o vestidos de calle, en reemplazo del traje hispánico, mantienen la característica instrumental. Ocasionalmente usan piano y más tarde banjo.
A partir de ese momento se genera un movimiento que las multiplica en las sociedades de "socorros mutuos, de ilustración y recreo" con el propósito de "fomentar los pasatiempos en la clase obrera". En Santiago se fundan las estudiantinas:
Excelsior,
Nueva Providencia,
Juventud Obrera, que luego se llamará
República, una nueva
Estudiantina Santiago,
Leopoldo Fregoli,
Bandera de Chile,
Yungay,
Lira Chilena,
Bellas Artes, entre muchas.
Se organizan con su directorio, maestro de música, ejecutantes y aspirantes. Con un pequeño pago financian su funcionamiento. Enarbolan estandartes e insignias. Participan en actividades sociales institucionales y en veladas dramático-musicales -donde se intercala música, dramatizaciones poéticas y charlas- con discursos de los dirigentes organizadores, finalizando las reuniones habitualmente con baile social.
En 1905, la Municipalidad de Santiago convocó a un Primer Concurso de Estudiantinas. De la veintena existente en la capital se inscribieron 8, resultando ganadora la Estudiantina
La Aurora por la correcta interpretación de la
Canción Nacional de Chile. En 2º y 3º lugar
La Unión, vinculada a la
Sociedad de Artesanos del mismo nombre, y la
Unión y Amistad.
Este evento da nuevo impulso a las estudiantinas que se multiplican en las provincias. En Valparaíso, se fundan las estudiantinas del
Centro Instructivo José Manuel Balmaceda (1905), la
Sociedad de Zapateros Benjamín Vicuña Mackenna (1905), la
Junta de Vecinos del Cerro de Las Monjas (1910), más tarde la
Broadway, y otras. En Antofagasta,
La Unión (1923),
El Pueblo (1925). En Iquique la del
Circulo Filarmónico Italiano, dirigida por Antonio Bréngola. También se les encuentra en las filarmónicas salitreras del norte. Se organizan estudiantinas escolares, como las de la
Escuela Nocturna Sargento Aldea de Hombres (1905) y de la
Escuela Benjamín Dávila (1905), de Santiago. También femeninas, en los
Colegios de la Inmaculada Concepción en Cauquenes (1907) y en Santiago (1907), en el
Colegio Rosa Santiago Concha, de Santiago (1908) y en la
Escuela Superior Nº 2 de Niñas de Antofagasta (1910), dirigida por
Antonio Glacinovic.
En 1938, motivados por las fiestas universitarias de la primavera y como alternativa bufa,
Pedro de la Barra funda la
Orquesta Afónica con alumnos de pedagogía y José Goles, con estudiantes de ingeniería de la misma Universidad de Chile, organiza la
Orquesta Sincrónica. En ambos grupos se usan y crean diversos instrumentos musicales. En 1939 integrantes de la
Orquesta Sincrónica dan vida a
Los Estudiantes Rítmicos. Interpretan música popular, principalmente creada por el maestro Goles. Graban temas como
El pobre pollo,
Volando voy,
Simbad el marino, entre muchos otros alcanzando gran popularidad nacional hasta 1950. Desaparecen y con ellos éste primer período de vigencia significativa de las estudiantinas, si bien el grupo reaparece fugazmente entre 1969 y 1971.
Este primer período de vigencia (1884-1955) se caracteriza por el encuentro y traslapamiento de dos universos culturales diversos, uno de origen hispánico y otro chileno, que acoge y transforma esta manifestación en un claro proceso de sincretismo cultural. Durante este período no se detecta el uso del término Tuna o Tuno, para denominar al grupo y sus participantes. Igualmente, tampoco se conocen agrupaciones con reconocimiento universitario.
