HISTORIA DEL HIMNO NACIONAL

LA CANCIÓN NACIONAL: UN SÍMBOLO PATRIO



Muchas, en su largo recorrido por la historia como símbolo patrio que une, inflamando con rítmica belleza el espíritu nacional, han sido las ocasiones en que las estrofas y el coro inmortales han hecho el gozo de corazones chilenos, pero acaso ninguno las supo más suyas que un hombre -don Bernardo O'Higgins- señalado en nuestro caminar ciudadano, quien, en un momento en su vida en que debió saberse en la cúspide de todas las glorias humanas, hubo de aceptar llorando, silencioso, admirado y humilde, toda la espléndida estatura de su propia grandeza. Fue en Lima, al anochecer del 17 de Septiembre de 1839, cuando el ejército que Bulnes llevó contra la Confederación Perú-boliviana se preparaba a volver. El diario El Comercio, de la capital peruana, informó que en esa tarde de vísperas del día grande de los sureños, "toda la oficialidad chilena y las tres músicas de los cuerpos, seguidos de un gran concurso", llegaron hasta la casa habitación de quien fuera Capitán General de la República de Chile, ahora expatriado en el Perú, y cantaron la estrofa de la marcha nacional chilena:

"Ved la insignia con que en Chacabuco
Al intruso supisteis rendir,
Y el augusto tricolor que en Maipo
En un día de triunfo os dio mil.
Vedle ya señoreando el océano..."