HISTORIA DEL HIMNO NACIONAL

RAMÓN CARNICER BATTLE



Ramón CarnicerPero esa sencillez de la obra de Robles no pareció a algunos lo bastante digna del Himno Nacional. Mariano Egaña, enviado diplomático en Londres, encontró en Inglaterra al director de la Opera de Barcelona, un eminente músico catalán y uno de los iniciadores de la ópera nacional española, cuyos dramas líricos no habían obtenido muchos éxitos. Ahora "dedicado al arreglo fácil de óperas italianas", Ramón Carnicer gozaba de algún renombre en los medios artísticos. Las críticas a los defectos del coro de la Canción de Robles movieron a Egaña a confiarle privadamente el encargo de una nueva partitura aplicada siempre a los versos de Vera. Accediendo a tal solicitud, Carnicer compuso el Himno Patriótico de Chile dedicándolo "a su Excelencia don Mariano Egaña, Ministro Plenipotenciario de la República en Londres".

Carnicer, nacido en Tárrega, no era personaje tan pintoresco como en Robles. Pero, en cambio, era más músico. Fue niño de coro en la Catedral de Andorra. Realizó sus estudios en Barcelona. Vivió en las Baleares durante la ocupación francesa de la península. En Mahon tomó contacto con la música de Mozart, que en adelante sería uno de sus modelos espirituales. Fue autor de obras que en su época recibieron el aplauso general, y, contaba entre otros admiradores con Rossini. A partir de 1818 organiza y dirige con prestancia los espectáculos líricos de Barcelona. En tiempos de Fernando VII se expatrió voluntariamente en Londres, junto con otros españoles que repudiaron la tiranía del "rey Felón" por haber sido tildado de "negro" por sus ideas liberales. Confraternizó con Egaña y con el nuevo espíritu democrático y libre de Chile, poniendo el calor de su inspiración en el himno que lo haría ciudadano honorario de esta tierra.

Pronto la música de Carnicer encontró esforzados paladines entre la gente joven. Los viejos seguían apegados a la de Robles, porque les recordaba efemérides inolvidables. Al fin venció la corriente juvenil, y con el triunfo de Carnicer, la primera Canción fue relegada al olvido. Los detractores del músico español, que nunca faltan a todo creador, impugnaron después el parecido con un coro de "Lucrecia Borgia", de Donizetti. La verdad histórica ha reivindicado la honradez de Carnicer. El coro de Donizetti fue compuesto y estrenado cinco años después que el himno chileno. José Zapiola fue uno de sus críticos más encarnizados, pues, si bien consideraba inferior la música de Robles a la de Carnicer, criticó esta última como "canción popular", por considerarla difícil y extremadamente alta.

No se ha podido conocer la fecha precisa de la edición de la composición de Carnicer. Ramón A. Laval en su Bibliografía Musical de Chile (Santiago, 1898), la da como impresa en Londres en 1825, fecha que se cree probable. Según el testimonio de José Zapiola, se ejecutó por primera vez el 23 de diciembre de 1828, en el teatro de Artega, en un concierto de la Sociedad Filarmónica, que incluyó, además, la Canción Nacional de Robles y obras de Isidora Zegers y otros compositores. Sin embargo, un anuncio del diario La Clave del 20 de septiembre de 1827, hace alusión a una nueva Marcha Nacional, ejecutada en la Sociedad Filarmónica, en Santiago. Don Bernardo O'Hiigins sólo conoció esta versión en 1839 cuando se encontraba exiliado en el Perú.

La nueva CANCION NACIONAL con música de Carnicer se adoptó oficialmente, pese a variadas críticas que suscitó, en particular respecto a dificultades con el coro. También tuvo panegiristas: "La primer frase musical es una explosión de entusiasmo. Se oyen batir los tambores de Zaragoza conjuntamente con los de Chacabuco y Maipú. Se ven brillar las bayonetas y se oye el estampido de los cañones. Se han echado a vuelo las campanas".

Ramón Briceño cita en su Enciclopedia Bibliográfica de la Literatura Chilena (Santiago, 1862) una edición de la Canción Nacional, por don Bernardo Vera y música de Ramún Carnicer que habría sido impresa en 1829 en Santiago. Sin embargo, esta edición no se ha encontrado.

En 1827, Carnicer se traslada a Madrid a cargo de la ópera. Su prestigio es enorme. Desde 1830 y hasta 1854 regenta la cátedra de armonía en el Conservatorio de Música. Su obra es fecunda. Escribió numerosas óperas, entre las que destacan: "Don Juan Tenorio" (1822), "Cristóbal Colón" (1831), "Ismalia" (1835). Compuso, además, varias sinfonías, misas, música incidental, canciones, valses, mazurkas, etc. Es poco conocida su música instrumental y en gran parte inédita.

Falleció en Madrid rodeado de máximos prestigios oficiales y populares el 17 de marzo de 1855. El piano utilizado por Carnicer fue donado a Chile por el gobierno de España y se conserva en el Museo Histórico Nacional.

HIMNO NACIONAL DE CHILE
Texto: Bernardo Vera y Pintado
Música: Ramón Carnicer Battle
Coro Sinfónico de la Universidad de Chile
Director: Hugo Villarroel Cousiño
Piano: Isoleé Cruz Norambuena



Ciudadanos, el amor sagrado
De la Patria os convoca a la lid:
Libertad es el eco de alarma;
La divisa: triunfar o morir.
El cadalso o la antigua cadena
Os presenta el soberbio español:
Arrancad el puñal al tirano,
Quebrantad ese cuello feroz.

DULCE PATRIA, RECIBE LOS VOTOS
CON QUE CHILE EN TUS ARAS JURO
QUE O LA TUMBA SERAS DE LOS LIBRES
O EL ASILO CONTRA LA OPRESION.