HISTORIA DEL ROCK CHILENO

ROCK Y NUEVA CANCIÓN



Hacia 1973 las condiciones de convivencia social se harán prácticamente insostenibles. La profunda exacerbación ideológica dificultará la existencia de quienes pretenden sustraerse a la polarización. Los primeros años de la década de los '70 marcarán en el mundo el principio del fin para las soluciones progresistas globalizantes. Sin previo aviso, las grandes verdades como el marxismo-leninismo, comenzarán a derrumbarse, ya en hechos como Mayo del '68 había una expectativa de cambio del orden social que no fue satisfecha. La "vía chilena al socialismo" sufrirá los embates de sus propias inconsistencias. En los socialismos reales se hará más evidente el limitado alcance para establecer una nueva forma de relaciones humanas. En este dramático contexto, posiciones como las sustentadas por Los Jaivas y Congregación parecerán premunidas de una ausencia de realismo inconcebible para una de las aristas de este enclave ideológico, representado por el modelo ortodoxo revolucionario progresista, el que estaba motivado por una fuerte carga moral partidaria autoimpuesta.

Es este escenario tan diverso e hiperpluralista el que da pie a aciertos creativos (como el rock de síntesis) y también donde aparece la convergencia entre algunos sectores de la Nueva Canción, (menos dogmatizados y más abiertos) y la nueva tendencia beat. Decidores son en este sentido, temas corno "El derecho de vivir en paz", y "María", compuestos por Víctor Jara y grabados por él, en compañía de Los Blops; la labor de producción realizada por Angel Parra en el segundo largaduración de estos últimos (conocido como "Del volar de las palomas", cuyo tema homónimo también interpreta); y la experiencia de los Amerindios, quienes introducen elementos de la estilística beat en "Tu sueño es mi sueño, tu Grito es mi canto". Esta se deja ver en temas como "Los colihues" (rítmica del interludio y uso de flauta traversa saturada, al estilo de Jethro Tull), "Cueca beat", (al estilo de Los Jaivas), y "Valparafso 4 A.M." (sonidos pregrabados y un trabajo en los teclados que los sitúa más allá de los límites de la Nueva Canción).

La experiencia también se hizo recíproca, y de esta forma, Julio Numhauser participó (en voz procesada por megáfono) en el tema "Cuántos que no tienen y merecen" del LP "Congregación viene". Según artículos de la época, Antonio Smith preparaba, a principios de 1973, una cantata titulada "América libre", en la que participarían como intérpretes -entre otros- los Amerindios. Esta obra contenía elementos del beat, el folklore y la música docta, así como una puesta en escena que involucraba la plástica, la danza y elementos v1suales. Del mismo modo, Víctor Jara extendía el espíritu cooperativo a las presentaciones en vivo, realizando en el Teatro IEM (hoy Cine Arte Normandie) varias actuaciones junto a Quilapayún y Los Blops, dividiendo su show en dos partes en las que se hacía acompañar de ambos grupos por separado.

Otro signo lo constituye la participación de Congreso en el Segundo Festival de la Canción Comprometida, auspiciado por la embajada de Cuba; o las versiones orquestales de temas de Payo Grondona y Eduardo Gatti ("La brujita", "El hombre actual", "Los momentos") que hiciera El Combo Xingú, un verdadero hallazgo en términos de arreglos, técnico-instrumentales y estilísticos (estos constituían una orquesta que realizaba covers de funkistas, como James Brown, temas propios en este estilo y versiones de otros compositores, destacando la intención de asimilar la raíz negra a la música latina); la grabación que Julio Numhauser efectuara del tema "El Hombre y la mar" junto al grupo Panal, que integraban -entre otros- Carlos Corales, Denise, Pancho Aranda y Patricio Salazar, quienes realizaban interpretaciones del cancionero latinoamericano, con un estilo que transitaba entre el jazz, el rock, y lo afrolatino, con claras referencias al sonido Santana. Su mayor éxito radial fue "Alma llanera", compuesto por Pedro Elías Gutiérrez, existiendo también versiones de temas como "Si somos americanos", del músico de la Nueva Canción, Rolando Alarcón.

En este clima en que la música popular y la industria del disco gozaban de buena salud, (el single "Todos juntos" vendió 180.000 copias sólo en Chile), llega a realizarse el más importante festival de rock del que se tenga referencia: Los Caminos que se abren (previamente habían existido otros dos importantes hitos: El Encuentro Internacional de Música Beat-Soul, realizado a principios de 1970 en la Quinta Vergara y el Festival de Piedra Roja, efectuado en octubre de ese mismo año en Santiago) en el que la tendencia ebcabezada por Los Jaivas tuvo gran relevancia, puesto que significó la reafirmación de esta propuesta, representada en esta ocasión, además, por Los Blops -quienes actuaron con el nombre de Parafina- y Congreso. Este encuentro contó también con la presencia de grupos internacionales como Polen. Este festival tuvo como escenario a la Quinta Vergara, y contó con el apoyo de la Municipalidad de Viña Del Mar.