Julio 30, 2002

El primer himno nacional de Chile

El primer Himno Nacional chileno data de 1819, cuando el gobierno decretó, el 19 de julio, encargar la creación de una música y un texto que sirvieran para este fin.

El compositor Manuel Robles y el poeta Bernardo de Vera y Pintado cumplieron con este cometido y su Canción Nacional se estrenó el 20 de agosto de 1820 en el teatro de Domingo Arteaga, en Compañía esquina de Plazuela O'Higgins, aunque según algunos historiadores ya se había tocado y cantado en las fiestas de septiembre de 1819. Seguir leyendo...

Mayo 19, 2002

Chile bien vale una manda

Contardo, Oscar (2001)

Según un estudio reciente, el 68 por ciento de los peregrinos a santuarios no participa formalmente de la Iglesia Católica. Practican una piedad popular en donde las mandas y los bailes son más relevantes que la doctrina.
Difícilmente alguien convencería a Jaime Cisternas de dejar su labor de alférez del baile chino de la Quebrada de Puchuncaví. Ni siquiera un megabyte de mails secularizantes. Don Jaime le cantó por última vez a la Cruz de Mayo el sábado 4. Allí, rodeado de fervorosos devotos le pidió a la Virgen por bienestar y cosechas. De pasada le rogó, con voz en falsete y en perfecta estructura de cuarteta, que a los curas pedófilos los quemara en su maldad. Religioso como su pueblo es don Jaime. Una manera de relacionarse con lo divino que esquiva la misa dominical, las confesiones y la participación en pastorales, pero que revela una fe profunda. Una fe que vista desde fuera se tambalea en un precario equilibrio entre lo oficialmente aceptado y creencias que rozan lo mágico. Religiosidad que no sólo es patrimonio del pueblo menos educado. Basta recordar cuando en 1985 Miguel Ángel Poblete - desafiando a la jerarquía eclesiástica- repletaba un santuario prometiendo visita mariana. Hasta rayos láser incluía la ceremonia. El mismo joven que tuvo a medio Chile con pescaditos de papel a la entrada de la casa y que tiempo después cambiaría de vida, de sexo y de fe. Un caso extremo, excepcional y si se quiere cómico, pero ilustrativo de un sentimiento bastante más vigoroso de lo que los espíritus secularizantes quisieran. Ésa es la razón para que la Santa Sede, a través del ministerio que el cardenal Jorge Medina encabeza, publicase hace unas semanas un "Directorio de piedad popular". El primer documento vaticano que expresamente aborda el tema. "El directorio sigue la línea del Concilio Vaticano II: entre liturgia y piedad popular no hay oposición, son realidades complementarias en la vida católica", afirma el cardenal. Seguir leyendo...

Febrero 10, 2002

Ese swing en Chile

Ponce, David (2001)
Era una prueba dura. Uno de los dos fundadores que quedaban a bordo de la banda decana del jazz chileno se retiró el año pasado: Domingo Santa Cruz dejó de tocar en la Retaguardia Jazz Band tras 42 años y dejó vacante el puesto de la tuba.

Pero la guardia vieja puede ser igualmente atractiva para nuevos músicos, y desde hace cuatro meses el tubista Cristián Álvarez es uno de los benjamines de la banda que más se enorgullece de ir a la retaguardia en el jazz local. No es lo único: tanto de gente enamorada de la escuela más tradicional como de jóvenes interesados en la raíz latinoamericana, en Víctor Jara o en Silvio Rodríguez está poblado el circuito del jazz activo en Chile. Seguir leyendo...

Diciembre 27, 2001

La voz de los niños huilliches

Lo Nuestro.cl (2001)
El disco compacto "Música en las Misiones Jesuitas de la Araucanía en el siglo XVIII", proyecto Fondart editado en 1998, constituye un singular testimonio de la importante labor de los jesuitas en el ámbito de la promoción de las culturas originarias de América Latina. Un legado sumergido en el olvido, que revive en las voces del Coro de Niños Huilliches de la Comunidad de Chiloé, que, acompañado por el conjunto Syntagma Musicum de la Universidad de Santiago, interpreta en idioma mapudungún los cantos del barroco germano traducidos y publicados por el misionero alemán Bernardo de Havestadt en 1777. Seguir leyendo...
Fuente: http://www.nuestro.cl

Diciembre 16, 2001

Oscar Gacitúa: un gran intérprete

Rosas, Fernando (2001)

Oscar Gacitúa. La nómina de pianistas chilenos que han puesto fin a sus días es bastante aterradora.
Conocí a Óscar Gacitúa en 1951, cuando tocaba un concierto de Mozart con la Orquesta Sinfónica de Chile en el Aula Magna de la Universidad Santa María de Valparaíso. Me produjo una profunda impresión y desde entonces lo aprecié como uno de los pianistas más importantes de este país.

Sus interpretaciones siempre tenían lo que los músicos llamamos un poderoso ángel. Esto es, a través de la música desarrollaba una notable capacidad de comunicación con el auditorio.

Después que llegué a Santiago, en 1964, lo conocí personalmente y trabajó junto a nosotros en diversos proyectos en la Universidad Católica. Más allá de tocar conciertos, participaba también en música de cámara, en estreno de obras modernas y en diversas agrupaciones. Sin embargo, son para mí imborrables sus actuaciones junto a nosotros en el Concierto Nº 21 de Mozart, el Nº 1 y Nº 2 de Chopin, en los cuales era insuperable. Seguir leyendo...