COMO UNA HISTORIA

CANCIÓN COMPROMETIDA



Desde que Ernesto "Che" Guevara abandonara Cuba, la opinión pública se preguntaba incesantemente donde se hallaba el guerrillero. Los primeros pasos apuntaron al Congo, después se perdió la pista para volver a ubicarlo en Bolivia, desde donde pretendía lanzar una gran revolución continental, bajo el lema "crear muchos Vietnam". En 1967 las noticias que llegaban de la guerrilla no eran muy alentadoras; el "Che", con su grupo desmantelado, era perseguido sin tregua por los rangers bolivianos.

Intentando transmitir ésa idea de agobiante persecución, Víctor Jara compone a ritmo de trepidante galope El aparecido. La canción fue escrita a principios de 1967, diez meses después el "Che" era hecho prisionero y asesinado en La Higuera. El aparecido fue editada como single en marzo de ese año. La casa discográfica, Odeón (dependiente de la multinacional inglesa EMI) sólo permitió en el disco la escueta dedicatoria A E. "Ch." G.

JOAN JARA: El partido comunista criticó a Víctor por haber dedicado en aquel momento una canción al Che Guevara, a pesar de que no era una llamada a las armas sino una muestra de admiración por el heroísmo del Che y una denuncia de los métodos y móviles de los Estados Unidos en la protección de sus intereses en Latinoamérica. Aunque Víctor era fundamentalmente una persona pacífica y no violenta, tenía una apasionada conciencia de la verdadera violencia en las que se fundan las privaciones y la pobreza. Sé que no excluía la posibilidad de que un día hubiera que recurrir a las armas para poner fin a esa violencia.

El Aparecido

Abre sendas por los cerros,
Deja su huella en el viento,
El águila le da el vuelo
Y lo cobija el silencio.

Nunca se quejó del río,
Nunca se quejó del sueño.
El pobre siente su paso
Y lo sigue como ciego.

Correlé, correlé, correlá,
Por aquí, por allí, por allá.
Correlé, correlé, correlá,
Correlé que te van a matar.
Correlé, correlé, correlá.

Su cabeza es rematada
Por cuervos con garra de oro.
Como lo ha crucificado
La furia del poderoso.

Hijo de la rebeldía,
Lo siguen veinte más veinte.
Porque regala su vida,
Ellos le quieren dar muerte.

Correlé, correlé, correlá,
Por aquí, por allí, por allá.
Correlé, correlé, correlá,
Correlé que te van a matar.
Correlé, correlé, correlá.

También ese año fue el estreno mundial de la obra de teatro de Pablo Neruda Fulgor y muerte de Joaquin Murieta.

PABLO NERUDA: Aquel día piqué el pasado, salió polvo como de terremoto, voló la pólvora y apareció un episodio con un caballo con su caballero y éste se puso a galopar por mis versos que son anchos ahora como rutas, como pistas, y yo corrí detrás de mis versos y encontré el oro, el oro de California, los chilenos que lavan la arena, los buques repletos desde Valparaiso, la codicia, la turbulencia, las fundaciones y éste chileno vengativo y vengador, descabellado y sonoro, entonces me dijo mi mujer, Matilde Urrutia: pero si esto es teatro. ¿Teatro?, le respondí, y yo no lo sabía, pero ahí lo tienen ustedes, con libro y con escenario vuelve Murieta, se cuentan sus rebeliones, y las hazañas de chilenos agrestes que con patas de perro se soltaron hacia el oro, se apretaron los cinturones trabajando en cuantas cosas y cositas pudieron, para recibir después el pago de los gringos: la soga, la bala y cuando menos el puntapié en la cabeza, pero no sufran porque además hay el amor, con versos que tienen rima como en mis mejores tiempos y de un cuanto hay, hasta cuecas, con música de Sergio Ortega, y además Pedro Orthous, famoso director de escena, metió su cuchara y aquí cortaba y acá pedía un cambiazo, y si protestaba, aprendí que así se hacía con Lope de Vega y con Shakespeare, les meten tijera, los modifican para ustedes, y yo soy apenas aprendiz de teatrero y acepté para que volviera Murieta, para que volara Murieta, como en los sueños, a caballo y con banderita chilena, viva Chile mi-hermosura!.

Víctor Jara no participó en esta obra como director, sino como cantante en escena. Más tarde grabaría dos de aquellas canciones: Así como hoy matan negros y Ya parte el galgo terrible.



Ya parte el galgo terrible

Ya parte el galgo terrible
A matar niños morenos,
Ya parte la cabalgata,
La jauría se desata
Exterminando chilenos,
Ay, que haremos, ay, que haremos.
Ya parte la cabalgata,
Ay, que haremos, ay, que haremos.

Con el fusil en la mano
Disparan al mexicano
Y matan al panameño
En la mitad de su sueño.
Ya parte la cabalgata,
Ay, que haremos, ay, que haremos.
Exterminando chilenos,
Ay, que haremos, ay, que haremos.

Buscan la sangre y el oro
Los lobos de San Francisco
Y golpean las mujeres
Y queman los cobertizos.
Ya parte la cabalgata,
Ay, que haremos, Ay, que haremos.
Exterminando chilenos,
Ay, que haremos, ay, que haremos.

Maldita sea la hora
Y el oro que se deshizo
Y para qué nos vinimos
De nuestro Valparaiso.
Ya parte la cabalgata,
Ay, que haremos, ay, que haremos.
Exterminando chilenos,
Ay, que haremos, ay, que haremos.

Ese año Víctor Jara grabaría su segundo LP, que apareció, al igual que el anterior, con título Víctor Jara, en España se publicó en 1980 con el título Desde Lonquén hasta siempre.

JOAN JARA: Este álbum fue el segundo LP de Víctor y revela una multitud de intereses o "búsquedas", y abarca desde la canción de la más pura raíz folklórica hasta la apasionada y premonitoria canción que es "El aparecido".

Este álbum contiene las semillas de muchos caminos que serían más tarde desarrollados totalmente: el trabajo de un compositor culto
(Sergio Ortega) unido al de un cantor popular; el trabajo con un conjunto como el Quilapayún; canciones dedicadas específicamente a trabajadores chilenos y a los frutos de su trabajo; el humor picaresco del verdadero folklore y la cabal canción política de denuncia que jugó un papel tan efectivo en los acontecimientos políticos de Chile.

En la época en que este álbum fue grabado, él significó una atrevida innovación en la vanguardia del desarrollo del movimiento de la canción chilena y como tal yo estoy segura, tiene un lugar en la historia.