COMO UNA HISTORIA

UN PARÉNTESIS (CANTO POR TRAVESURA)



A finales de verano, Víctor Jara se encontraba trabajando en un nuevo disco. Era una colección de doce canciones folklóricas, menos una que era suya, de la zona centro y sur. Este LP, al igual que el anterior también era temático, pues todas las canciones tenían un denominador común: el folklore picaresco. Para realizarlo contó con la colaboración de Pedro Yáñez en guitarra y guitarrón, Santos Rubio en el arpa y Fernando Rodríguez con el acordeón.

VÍCTOR JARA: La idea de hacer el disco me la sugirió un amigo, que me dijo: "¿Oye, y cuando vas a grabar esas canciones alegres, divertidas, que te he escuchado por ahí?". Pensé que tenía razón, que los chilenos somos alegres, dicharacheros, con mucho sentido del humor... Por otra parte, en este vaivén de la canción comprometida, en esta discusión diaria que hay sobre ella, me pareció que se le estaba dando importancia a unos materiales que no nos corresponden; una insistencia en incluir dentro de nosotros unos ritmos foráneos que si bien son patrimonio cultural latinoamericano, no podemos dejar de considerar como de fuera. Me pareció conveniente hacer este disco con un material tan chileno, tan nuestro... Además, creo necesario recordar que no todo lo chileno es quena, charango y bombo... Creo que hay mucho del centro y del sur que no puede ser olvidado.

Adivinanzas

¿A ver si me adivinan ésta?
La potota está preñá
Con doscientos pototitos.
¿Cómo pare la potota
Cuando no tiene potito?

Y aquí va la otra...

Estaba durmeredurmere
Debajo de penderependere,
Si no es por penderependere
Matan a durmeredurmere.

Y la última ¿A ver...?

Gordo lo tengo,
Mas lo quisiera,
Que entre las piernas
No me cupiera.

La cafetera

(Cada vez que te veo la enagua rota
El cosito del medio se me alborota, oye)

Mi vida, mi mamá
Me mandó un día,
Mi vida y a soplar la cafetera,
Tiqui, tiqui, ti.
Mi vida, yo por ser
Muchacho diablo,
Mi vida, me sople la cocinera,
Tiqui, tiqui, ti.
Mi vida, mi mamá
Me mandó un día,
Tiqui, tiqui, ti.

La cocinera, sí
En la cocina,
Me soplé la sirvienta
Entro'e una tina,
Tiqui, tiqui, ti.
La cocinera, mi alma,
En la cocina,
Tiqui, tiqui, ti.

Dentro e'una tina, sí
El niño infame,
También me habían seguío
Para azotarme,
Tiqui, tiqui, ti.
Si no es por el tejao
Me habría azotao.

VÍCTOR JARA: Estos cantos no son nuevos, son cantos que tienen mucho tiempo, callarlos es callar un pedazo de alegría. El cantor siempre cantó a lo divino, a lo humano y por travesura. El hombre de nuestro pueblo come ají cacho'e cabra y toma ponche'n culén, por eso sus cantos salen aliñaos. Esto es un poquito no más de todas las travesuras del chileno y de todo su saber popular.

Ante la situación de continuo sobresalto y lucha que vivía el cantante, este disco fue un paréntesis, una especie de relajo ante su trabajo cotidiano. Al mismo tiempo estaba trabajando en otro LP, que contendría algunas piezas instrumentales y una serie de canciones sobre la situación del país: ninguno de los dos discos vería la luz en Chile. El primero aunque lo terminó no llegó a las tiendas y el segundo quedó a medias en los estudios de grabación, solo grabó ocho canciones, y se publicaría en Francia en 1975, con el título Víctor Jara, presente!, en España se publicó en 1975 bajo el título Canciones póstumas, y con diferentes temas. El LP Canto por travesura, se publicó en nuestro país en 1978.