MUSICA POPULAR CHILENA (1900-1960)

LA MAPUCHINA



Aunque la música indígena tuvo poca influencia en el desarrollo de la música popular chilena de la primera mitad del siglo XX, existen ciertos rasgos indigenistas en la canción chilena de la época. Esta se ha referido a temas mapuches, ha tomado elementos composicionales e interpretativos de la música mapuche y ha usado vocablos mapuches. De este modo, el chileno comenzó a incorporar a la cultura nacional aspectos de la cultura indígena. Al mismo tiempo, estas canciones han servido para articular la visión y los estereotipos del chileno respecto al indígena.

Durante la década de 1940 se cultivaron dos géneros de raíz mapuche en Chile: la "mapuchina" y la "araucana". Estos fueron desarrollados por compositores como Fernando Lecaros, Esther Martínez, Hortensia Valdivia, Guillermo Soudy, Manuel Aranda, Alvaro Marfán; por conjuntos como Los Cuatro Huasos y Los Huasos Quincheros; y por cantantes como Ester Soré, Rosita Serrano, Margot Loyola, Osvaldo Gómez -"el indio araucano"- y Pepe Rojas, quienes solían utilizar atuendos mapuches en sus presentaciones.

Entre los ejemplos tenemos la mapuchina A motu yanei de Fernando Lecaros, dedicada a Ester Soré, quien la grabó en Santiago para RCA Victor en 1940, al inicio de su carrera. Fue también grabada por Pedro Vargas en 1942 y por Rosita Serrano, "el ruiseñor de Chile", en 1948. A motu yanei toca un problema vigente y poco reconocido como tal en la sociedad chilena, el de la mujer mapuche que se siente discriminada por el color de su piel. Lecaros utilizó elementos característicos de la música popular de raíz mapuche en esta canción, el tetracordio frigio descedente de sabor español (La Sol Fa Mi) y el patrón rítmico en 6/8 conocido más tarde como "ritmo de mapuchina" (negra, corchea, corchea, negra). Otro aporte de Lecaros al género mapuchista lo constituye su canción-bolero Mapuche soy (1948), donde el mapuche esconde enojos "de ayer y de hoy".